En 1989, un hombre llamado Robert “Bob” Scott Lazar se contactó con una estación local de televisión de Las Vegas, EEUU (KLAS) pidiendo una oportunidad de hacer pública su historia. Lazar afirmó que había sido empleado como físico en el proyecto Galileo, el proyecto más altamente clasificado del gobierno de la época.
La actividad del proyecto se centró en la ingeniería inversa de la tecnología alienígena para que el gobierno americano pudiera ponerla a su disposición, y los estudios se llevaron a cabo en una base altamente secreta llamada S-4, situada a 10 millas (16 kilómetros) al sur del Área 51, cerca el lago Papoose.
Según la descripción de Lazar, la instalación S-4 tenía nueve hangares incrustadas en la montaña. Las puertas de cada hangar se diseñaron en un ángulo que coincida con la pendiente de la montaña, y además estaban cubiertos con material natural.
Lazar afirma haber visto nueve «vehículos extraterrestres» diferentes en la base durante diciembre de 1988 y abril 1989, cuando trabajaba allí, y presentó los detalles técnicos con respecto a su mecanismo de propulsión, afirmando que funcionaban con ondas de gravedad amplificadas generadas por un reactor colocado en la parte inferior de la nave.
Su trabajo incluía la investigación de combustible para la nave, un compuesto con el número atómico ‘115’ desconocido hasta ese momento.
Este elemento químico, tenía propiedades inusuales que permitían a los platillos voladores doblar el espacio que les rodeaba, también aclaró que éste elemento no podía sintetizarse en la tierra. Esta tecnología extraterrestre permitía desplazarse desde un punto A a un punto B reduciendo las distancias de viaje en un vuelo de pocos minutos, independientemente de la distancia.
Lazar supuestamente recibió información sobre la historia de extraterrestres en la Tierra durante los últimos 100.000 años a partir de los alienígenas que se originaron en el cuarto planeta del sistema estelar binario llamado Zeta Reticuli 2, los conocidos como ‘grises’. También afirmó haber trabajado en un disco volador con un diámetro de 9 a 12 metros. La nave tenía una consola de mando y los asientos eran pequeños, casi como los que son usados por los niños.
Después de que él se hizo conocido, su vida fue puesta en riesgo, ya que recibió un disparo y un sinnúmero de amenazas por parte de diferentes grupos de interés y otros individuos.
El periodista de televisión George Knapp estaba intrigado por la historia de Bob Lazar y quiso obtener más información. Por desgracia, la base S-4 estaba fuera de su alcance, ya que se encuentra en un terreno restringido en el que nadie fuera del gobierno podría intervenir. Después de investigar más profundamente en esta historia enigmática, Knapp encontró incluso más problemas que casi lo llevaron a un callejón sin salida.
La información de Bob Lazar ha sido difícil de verificar. Su registro de nacimiento del hospital, documentos de la universidad, manuscritos y pruebas de todo el trabajo de Lazar habían sido borradas y no hay evidencias de que trabajó en el Laboratorio Nacional de Los Álamos.
Sin embargo, su nombre apareció en una guía telefónica de científicos de Los Álamos y una foto suya apareció en la edición de julio de 1982 del Monitor de Los Álamos, que muestra una imagen de Bob de pie de un automóvil de reactor y haciendo referencia a su empleo como un científico con Los Álamos.
Bob Lazar ofrece una gran cantidad de evidencia que apoya sus afirmaciones y desde entonces ha ganado muchos seguidores. Lazar es una fuente muy creíble con una sólida formación en física e ingeniería. Sin embargo, hay muchos escépticos que piensan que todo es un acto desempeñado por Lazar con el fin de beneficiarse personalmente de esto.
Cualquiera que fueran sus razones, Lazar jugó un papel clave en impulsar el Área 51 a la notoriedad que tiene hoy, a pesar de ser una instalación altamente secreta. Si tenemos en cuenta el nivel extremo de secreto que involucra esta institución gubernamental, es fácil de vincular la desaparición de sus registros vitales para mantener los intereses del Área 51 como una instalación casi inexistente.
Si Lazar está en lo correcto y dice la verdad, su testimonio podría ser la explicación más descriptiva y única de algo que ha pasando frente a nosotros desde hace muchos años.
También puede interesarte: ¿Una megaestructura de tecnología extraterrestre en el espacio?.