Un equipo internacional de investigadores sostiene que el esqueleto parcial fosilizado de un simio macho que vivió hace casi 12 millones de años en los bosques de lo que ahora es el sur de Alemania, tiene un parecido sorprendente con los huesos humanos modernos.
Los restos de un antiguo simio que habitó en la actual Europa durante el Mioceno fueron encontrado en un pozo de arcilla bávaro, el espécimen podía caminar erguido y sería el ancestro común de humanos y simios, sugiriendo que los antepasados de los humanos comenzaron a ponerse de pie millones de años antes de lo que se pensaba anteriormente.
La especie previamente desconocida, llamada ‘Danuvius guggenmosi’, podía caminar sobre dos patas pero también treparse como un simio.
El hallazgo
Madelaine Boehme, de la Universidad de Tübingen, Alemania, líder de la investigación, junto con investigadores de Bulgaria, Alemania, Canadá y Estados Unidos, examinó más de 15,000 huesos recuperados de un tesoro de restos arqueológicos conocidos como Hammerschmiede o Hammer Smithy, a unos 70 kilómetros al oeste de la ciudad alemana de Munich.
Entre los restos que pudieron reconstruir se encontraban fósiles de primates pertenecientes a cuatro individuos que vivieron hace 11,62 millones de años en Algovia Oriental (Baviera, Alemania). Se encontraron extremidades y partes de la mandíbula y la columna vertebral.
El más completo de los cuatro especímenes hallados era un macho adulto, que probablemente medía aproximadamente un metro de alto, pesaba 31 kilogramos y se parecía a los bonobos modernos, una especie de chimpancé.
«Fue sorprendente para nosotros darnos cuenta de cuán similares son ciertos huesos a los humanos, en comparación con los grandes simios», dijo Boehme.
Cómo se movía el ‘Danuvius guggenmosi’
Gracias a varias vértebras, extremidades, huesos de los dedos de manos y pies bien conservados, los científicos pudieron reconstruir cómo se movía Danuvius, y concluyeron que si bien podría haber colgado de las ramas por los brazos,-ya que tenía pulgares adaptados-, también podría enderezar las piernas para caminar erguido al poseer la espina dorsal curvada y unas piernas parecidas a las del ser humano actual.
Según estiman los investigadores, este individuo caminaba sobre dos patas y cuando estaba subido a los árboles empleaba sus largos brazos para mantener el equilibrio y no para levantar su cuerpo, como hacen los simios actualmente.
La cuestión de cuándo evolucionaron los simios al movimiento bípedo ha fascinado a los científicos desde que Charles Darwin argumentó por primera vez que eran los antepasados de los humanos.
Los registros fósiles anteriores de simios con un andar erguido, encontrados en Creta y Kenia, datan de hace seis millones de años. Por lo tanto, este descubrimiento cambiaría considerablemente la comprensión sobre el origen de esa adaptación esencial para nuestra especie.
El hallazgo se encuentra en un artículo publicado en la revista Nature.
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