Un equipo de investigadores publicó recientemente un estudio que relaciona la disminución del hielo del Ártico con la propagación de un virus mortal que amenaza a los mamíferos marinos del Pacífico Norte.
Los investigadores, de la facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de California en Davis (EE.UU.), mostraron que la reducción del hielo ártico podría permitir que los patógenos que infectan a los mamíferos marinos se propaguen más regularmente entre los océanos Atlántico Norte y Pacífico Norte. Esto está relacionado con la apertura de nuevas rutas de agua que permiten el contacto con poblaciones previamente distintas.
Cómo lo detectaron
La autora principal, Tracy Goldstein, y su equipo de investigación analizaron específicamente el virus del moquillo focino (PDV). La enfermedad afectó a los mamíferos marinos durante décadas y mató a 51,000 focas de puerto europeas en el Atlántico Norte en 2002, lo que representa el 51% de la población.
Pero, solo dos años después, se descubrió que las nutrias marinas del norte de Alaska habían contraído el virus. Esto desconcertó a los expertos en aquel entonces, ya que el hielo marino del Ártico estaba bloqueando las rutas entre las especies e imposibilitaba cualquier conexión.
«¿Cómo terminó un virus que se había visto anteriormente en el Océano Atlántico en el Océano Pacífico?», dijo Goldstein.
La investigación
En su estudio, los investigadores analizaron datos sobre la exposición e infección por PDV y del monitoreo desde 2001 a 2016 de especies como focas, osos polares, leones marinos y nutrias marinas en el Pacífico Norte, desde el sudeste de Alaska hasta Rusia, a lo largo de las costas del estado norteamericano entre los mares de Beaufort, Chukotka y Bering.
Goldstein y su equipo buscaron estudios y registros de muestras biológicas tomadas de 2.530 focas vivas y 165 focas muertas de especies que pasaron al menos parte de sus años en el hielo del Ártico. Luego observaron datos que mostraban el alcance del hielo marino en una época determinada del año, llamada extensión del hielo ártico.
Finalmente, descubrieron que la razón de la expansión del virus entre especies no relacionadas: fue la fusión del hielo. El estudio concluyó que el derretimiento del hielo marino provocado por el calentamiento global creó una forma para que el virus se traslade a una nueva región e infecte a una nueva población de vida marina.
Goldstein y su equipo descubrieron que el hielo marino abre nuevas rutas de migración para los mamíferos marinos, lo que les permite cruzar más fácilmente del Atlántico al Pacífico a través del Círculo Polar Ártico. El estrés adicional de la necesidad de buscar alimentos más lejos puede incluso debilitar el sistema inmunológico de los animales, haciéndolos objetivos más fáciles para el virus.
«La pérdida de hielo marino está llevando a la fauna marina a buscar alimento en nuevos hábitats y, al eliminar esa barrera física, permite nuevas vías para que se muevan», explicó Goldstein.
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), dijo en un informe reciente que el cambio climático está causando un daño «generalizado y consecuente» a los animales y plantas, que están luchando por adaptarse a las nuevas condiciones. Como consecuencia, muchas formas de vida se están moviendo hacia el norte o hacia aguas más profundas.
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Los investigadores alertaron sobre la posibilidad de que ciertos virus crucen el Atlántico y el Pacífico puede convertirse en un fenómeno más común a medida que continúe la tendencia del derretimiento del hielo.
Los hallazgos de la investigación fueron publicados en la revista Scientific Reports.
Referencias: EurekAlert!.
