Los Nahuales se han descrito desde la época prehispánica, como entes anímicos o como chamanes con la capacidad para tomar forma de animal.
Los Nahuales se mirarían como seres extraños, híbridos animales y humanoides, principalmente con formas de coyotes, jaguares y lechuzas. Estos seres mitológicos son figuras prominentes en México y Centroamérica, y surgen del chamanismo referentes a transformaciones generadas por misteriosos rituales.
El término viene del náhuatl, nahualli, que significa «oculto, escondido, disfraz». Se refiere a una característica de los dioses mayas, aztecas, toltecas y demás culturas mesoamericanas, de que se les aparecía a esos pueblos con forma de animales como el jaguar o el coyote.
Nahuales y chamanes que se transforman: referencias prehispánicas
En la cultura prehispánica también se establece que un nahual es un animal tutelar de cada ser humano, como un alter ego que representa nuestras características y dones especiales.
Muchos textos antiguos muestran nahuales que se transforman de animales a deidades, o viceversa. En el Códex Azcatitlan se encuentra una ilustración de la diosa azteca Cihuacóatl, donde una serpiente abre su boca para que salga la cara de esa deidad:
Otro principal dios con características de nahual es Quetzalcóatl, la serpiente emplumada. Bernardino de Sahagún en su obra Historia general de las cosas de Nueva España, habla específicamente sobre nahuales aztecas:
El naualli propiamente se llama brujo, que de noche espanta a los hombres y chupa a los niños. El que es curioso de este oficio bien se le entiende cualquier cosa de hechizos, y para usar de ellos es agudo y astuto; aprovecha y no daña. El que es maléfico y pestífero de este oficio hace daño a los cuerpos con los dichos hechizos, y saca de juicio y ahoga; es embaidor o encantador.
La creencia popular establece que estos entes serían malévolos, pero eso depende de la intención del brujo (también son benévolos). El poder cambiaforma de un chamán solamente se daría por las noches. Entre las formas más utilizadas están las del hombre-coyote, hombre-jaguar y hombre-lechuza. Se cree que pueden volar y que ahí estaría una relación con el mal agüero de las lechuzas.
Encuentro con un nahual
Actualmente, siempre se encuentran testimonios de personas que han logrado observar nahuales. En Veracruz, México, hay bastantes relatos, como el de Alberto Castaneda y su grupo de amigos, cuando estaban reunidos en un área rural.
El grupo logró observar a una criatura terrorífica, una lechuza humanoide con largas orejas. Alberto intentó dispararle con un rifle, pero el arma se trabó, mientras el nahual parecía burlarse de él. Al final le dispara y la criatura se escapa.
Los testigos lo persiguieron por el bosque pero le perdieron el rastro. También escucharon aullidos y por eso decidieron regresar al rancho. Ahí las lámparas se apagaban y hasta escuchaban voces fantasmales que los ofendía. En la mañana se dieron cuenta que un poblador local había muerto de un disparo (el poblador tenía fama de hechicero).
En todo México y Centroamérica hay relatos similares, de encuentros con extraños seres humanoides relacionados al nahualismo. Sin embargo, hay que reiterar que los brujos o chamanes no usarían esta habilidad paranormal solamente para causar miedo. Los nahuales son unos seres mitológicos parte intrínseca de la misteriosa magia y cultura mesoamericana.
Referencias: Lifeder / PueblosAntiguos / DimensionAntropologica.
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