Un mundo extrasolar relativamente cercano a la Tierra y que fue descubierto en 2004 ha desaparecido sin dejar rastro.
Situado a 25 años luz de distancia, el astrónomo Paul Kalas y sus colegas de la Universidad de California en Berkeley descubrieron por primera vez en el 2004 el planeta «Dagón» o según su designación tradicional: Fomalhaut b.
El hallazgo fue particularmente inusual porque Kalas había podido observarlo directamente, usando el potente telescopio Hubble; algo que ocurre muy raramente, porque los mundos extrasolares son mucho más tenues que las estrellas que orbitan.
Algo muy extraño en Fomalhaut b
Pronto se hizo evidente que había algo muy extraño en Fomalhaut b cuando la cámara infrarroja de otro observatorio espacial, el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA, si bien podían observarlo en luz visible, no podían encontrar la firma infrarroja típicamente asociada con dicho planeta.
Unos años más tarde, las cosas se volvieron aún más extrañas cuando el astrónomo de la Universidad de Arizona, Andras Gaspar, y su colega George Rieke determinaron que Fomalhaut b se estaba volviendo más tenue con el tiempo.
Para 2014, diez años después de su descubrimiento original, el planeta había desaparecido por completo.
Qué pasó con Fomalhaut b
Ahora, un nuevo estudio finalmente arrojó luz sobre el misterio, al sugerir que Fomalhaut b no era en realidad un planeta, sino la luz persistente que quedaba de una colisión entre dos grandes asteroides.
Mediante una simulación por computadora llevada a cabo en la Universidad de Arizona, los investigadores concluyeron que todo se debió a una colisión de dos planetoides que medían como asteroides, pero se redujeron a una nube de polvo espacial, esa nube era percibida inicialmente como un gigante gaseoso al estilo de Júpiter.
«Nuestro modelo muestra que las características observadas concuerdan con un modelo de una nube de polvo en expansión producida en una colisión masiva», dijo Gaspar.
Las colisiones como la que posiblemente se había producido en el disco protoplanetario del Fomalhaut «son extremadamente raras, por lo que es un gran problema que realmente podamos ver una», dijo el primer autor del estudio, Andras Gaspar, y recoge el sitio web de la Universidad de Arizona.
Según estiman los científicos, estaban «en el lugar correcto en el momento adecuado para haber presenciado un evento tan poco probable con el telescopio espacial Hubble».
Sin embargo, se necesitarán más observaciones antes de que los astrónomos puedan describir definitivamente el objeto como un exoplaneta o una nube en expansión de restos de asteroides.
El estudio ha sido publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).