Restos del cohete chino Larga Marcha-5B (ChangZheng-5B) descendieron de forma descontrolada y se estrellaron en el océano Atlántico, frente a las costas de Mauritania, después de perder el control.
El pasado 5 de mayo, el programa espacial de China lanzó un novedoso cohete, para transportar un prototipo experimental llamado nave espacial tripulada de próxima generación.
Ahora, una unidad de la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha confirmado el descenso y ha detectado el lugar de la caída, mientras que los medios destacan el peso inusual del objeto impactado.
En el momento del lanzamiento el conjunto del cohete, el combustible, la versión de prueba de una nave espacial y la cápsula de retorno pesaban 849 toneladas, aunque solo una pequeña parte de esa masa regresó a la superficie del planeta: 17,8 toneladas, según los cálculos previos al impacto del astrónomo estadounidense Jonathan McDowell.
And a new prediction: between 1443 and 1555 UTC. Finally we can narrow down potential reentry areas in Australia, US, Africa pic.twitter.com/0dxRX02QfP
— Jonathan McDowell (@planet4589) May 11, 2020
El cuerpo del cohete se convirtió en la pieza más grande de basura espacial en décadas en caer hacia la Tierra, dijo el informe Spaceflight Now.
Larga Marcha-5B ha sido el primero (entre sus análogos existentes en China y el resto del mundo) en poder orbitar la Tierra durante varios días, puesto que normalmente estos aparatos portadores son demasiado grandes y pesados para alcanzar la velocidad necesaria para eso, siguen una trayectoria suborbital y caen mucho más rápido.
Fuentes de noticias locales informaron que los residentes escucharon un fuerte estallido y luego descubrieron parte del cohete. Afortunadamente, nadie resultó herido.