Un experimento en la Antártida realizado por científicos de la NASA, parece haber descubierto partículas que podrían provenir de fuera de nuestro propio universo, las cuales podrían ser la evidencia de un universo paralelo, al lado del nuestro.
Según los expertos, este universo existiría con unas reglas de la física totalmente distintas, donde el tiempo corre en la dirección opuesta.
La idea de que vivimos en uno de un número prácticamente ilimitado de mundos casi idénticos no es nada nuevo, ya que fue propuesta previamente muchas veces por físicos como Hugh Everett, quien en 1957 presentó su ‘interpretación de muchos mundos’ de la mecánica cuántica.
La teoría de Everett sugirió que existe un número potencialmente infinito de universos paralelos en los que se juega cada permutación posible de la historia.
De igual manera desde 1952, los físicos han discutido sobre la existencia real de un «multiverso», cuando el pionero de la ciencia cuántica Erwin Schrödinger dio una conferencia en la que él mismo admitió que podría «parecer loco», sin embargo, siempre ha habido poca evidencia más allá de nuestras dimensiones.
Cómo lo descubrieron
El grupo de expertos estaba trabajando con la Antena Antártica de Impulso Transitivo de la NASA (ANITA), un instrumento que detecta neutrinos de rayos cósmicos de energía ultraalta.
Utilizaron un globo estratosférico gigante para transportar el dispositivo por encima de la Antártida, donde hay aire frío y seco, lo que proporciona la excelente condición para usarlo, ya que hay poco o ningún ruido de radio que pueda distorsionar sus hallazgos.
Estas partículas de alta energía son un millón de veces más poderosas que cualquier cosa que podamos crear aquí en la Tierra, y estos neutrinos llamados «partículas fantasma», se han convertido en un gran interés para los astrofísicos, ya que son los únicos que pueden llegar a la Tierra sin atenuarse.
Los neutrinos, son partículas de baja energía que pueden pasar completamente a través de la Tierra, interactuando con la sustancia de nuestro planeta. Pero los objetos de mayor energía son detenidos por la materia sólida de la Tierra.
Hay un constante «viento» de partículas de alta energía del espacio, algunas de las cuales son un millón de veces más poderosas que cualquier otra cosa que podamos generar nosotros mismos.
Esto significa que las partículas de alta energía solo pueden detectarse a medida que descienden del espacio. La detección de una partícula más pesada, un neutrino tau que se eleva «fuera» de la Tierra, implicaría que estas partículas realmente pueden viajar en el tiempo.
El equipo del proyecto ANITA detectó estas partículas pesadas que ‘subían’ de la Tierra, lo que sugiere que podrían ser de un universo paralelo donde el tiempo corre hacia atrás.
Entonces, ¿podría esto ser realmente evidencia de que hay otro universo por ahí?
Ciertamente es posible, sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer para descartar otras posibles explicaciones.
El extraño fenómeno todavía se está estudiando y hay diferentes opiniones científicas sobre él. Una de las explicaciones posibles que ha concluido la NASA tras este experimento es que, en el momento del Big Bang se crearon dos universos paralelos que funcionan a la inversa.
También puede interesarte: Científicos planean abrir un portal a un universo paralelo, una dimensión «espejo».
En ese ‘mundo espejo’, por tanto, las leyes de la física serían al revés de cómo las conocemos: lo positivo sería negativo, la izquierda sería la derecha y el tiempo correría hacia atrás…
Un hallazgo sorprendente que todavía tiene que profundizarse, pero que podría tener grandes implicaciones.
