La nieve de la Antártida está tornándose en un color verde como resultado del aumento de las temperaturas globales debido al cambio climático.
Aunque nunca asociamos la Antártida con el color verde, al parecer esto podría cambiar pronto, gracias a una de las consecuencias menos conocidas del calentamiento global: la floración de algas microscópicas en la superficie de la nieve que se encuentra en la península antártica.
Estas algas, en algunos lugares son tan densas que han convertido el hielo en verde, cubriendo tanto terreno que los satélites pueden observarlas.
La investigación
Un equipo de investigadores británicos, dirigido por la Universidad de Cambridge en el Reino Unido y el British Antarctic Survey crearon el primer mapa a gran escala de algas en la capa de nieve de la Antártida, quienes indican que con el cambio climático es probable que sus costas tomen una tonalidad cada vez más verde.
«Crecen en áreas ‘más cálidas’, donde las temperaturas promedio están por encima de cero grados Celsius durante el verano austral, los meses de verano del hemisferio sur de noviembre a febrero», dijo la Universidad de Cambridge en un comunicado.
Utilizando datos satelitales y observaciones de trabajo de campo para predecir el crecimiento futuro de la desconcertante nieve verde, los investigadores encontraron 1.679 floraciones separadas de algas en la superficie nevada, que juntas cubrían un área de 1,9 kilómetros cuadrados, lo que equivale a un sumidero de carbono de aproximadamente 479 toneladas por año.
Esta sería la misma cantidad de carbono que emiten aproximadamente 875.000 autos a gasolina circulando en el Reino Unido, explicó en un comunicado de la Universidad de Cambridge el doctor Matt Davey, coautor del estudio.
«Este es un avance significativo en nuestra comprensión de la vida terrestre en la Antártida, y cómo podría cambiar en los próximos años a medida que el clima se calienta», dijo el Dr. Davey.
«Reverdecimiento» inadvertido de la nieve antártica
Aunque cada alga individual es de un tamaño microscópico, cuando crecen en masa convierten la nieve en verde brillante y pueden verse desde el espacio. «Las algas de nieve son un componente clave de la capacidad del continente para capturar dióxido de carbono de la atmósfera a través de la fotosíntesis», dijo Davey.
Los científicos también descubrieron que la distribución de las algas verdes está fuertemente influenciada por las aves marinas y mamíferos, cuyo excremento actúa como un fertilizante altamente nutritivo para acelerar su crecimiento.
Cabe agregar que los investigadores no solo ven coloración verde en la Antártida, también existe floración de color rojo y naranja e incluso algunas partes parecen casi un arcoíris.
El estudio ha sido publicado en Nature Communications.