En la costa de Japón, a sólo 60 millas al sur de Tokio, hay un lugar que comparte las mismas distinciones del Triángulo de las Bermudas. Los japoneses lo llaman Ma-no Umi, el Mar del Diablo, lo que es un gran indicador de que lo que pasa allí no es algo normal.
Al igual que en el Triángulo de las Bermudas, el Mar del Diablo -que también se conoce como Triángulo del Dragón– no aparece en los documentos oficiales de los mapas marítimos o en la cartografía. Curiosamente, su ubicación geográfica podría ofrecer una pista de por qué comparte similitudes con el Triángulo de las Bermudas. El Mar del Diablo se encuentra casi exactamente en el otro lado de la ubicación del Triángulo de las Bermúdas. Y si tomamos en cuenta la teoría de que el Triángulo de las Bermudas se encuentra en la misma ubicación en donde estaba la Atlántida, esto ha dado lugar a especulaciones de que la ubicación podría ser su antagonista magnética, una «anti-Atlántida».
Según reportes, un número bastante grande de barcos y aviones de todos los tamaños han desaparecido cuando se vuela o se navega por este lugar. Los equipo electrónicos funcionan mal muchas veces sin razón y sin previo aviso. Los testigos afirman haber visto luces extrañas y esferas azules brillantes que se arrastran cerca a los buques comerciales.
Las personas describen casos curiosos e inexplicables desapariciones, incluyendo reapariciones y el fenómeno del «tiempo que falta». Los pescadores han narrado historias acerca de barcos fantasmas y sus tripulaciones fantasmales e incluso ufólogos modernos han detectado un resurgimiento del fenómeno OVNI en el Mar del Diablo y sus áreas vecinas.
Los cambios de clima son repentinos y volátiles: Historias de fuertes remolinos que aparecen de la nada y desaparecen sin dejar rastro. Una extraña y espesa niebla a veces hace sentir su presencia, dejando a los espectadores con malestar. Los nativos de la zona temen porque creen que es el medio a través del cual se puede pasar entre las dimensiones.
Leyendas de los pescadores locales que datan de al menos 1000 años a.C. proporcionan una explicación etimológica de la parte del dragón en el nombre Triángulo del Dragón. Según el folklore chino, un enorme dragón, una vez construyó su palacio bajo las olas, arrastrando víctimas inocentes, y barcos a sus tumbas acuáticas.
En el siglo 13, el emperador mongol Kublai Khan (el último gran Khan del imperio mongol) puso sus ojos y su mente en la conquista de Japón. Él no tuvo éxito, pero no fue por no intentarlo suficiente. En dos ocasiones diferentes, intentó cruzar el agua que separa a Japón de China continental, pero terminó perdiendo toda su fuerza naval en el proceso debido a un terrible tifón que azotó dos días las costas de la isla Kyūshū; llegando a perder más de 1.200 barcos y 40.000 tripulantes. Los japoneses firmemente creyeron que este había sido un acto de intervención divina y atribuyeron la victoria al Viento celeste, que protegía su imperio.
¿Podría ser el dragón una metáfora sobre algo más?
El dragón es la figura central de muchas culturas asiáticas, y tiene un aspecto interesante en la historia de uno de los emperadores más míticos de China. Según la leyenda, Huang-Di, el llamado Emperador Amarillo bajó a la Tierra en un «dragón de escamas metálicas». En el antiguo imperio se creía que se podría someter a este dragón a su voluntad mientras se lo montaba, podía atravesar la extensión del espacio y el tiempo de una manera muy relativista.
Una historia en particular menciona cómo uno de los asesores del emperador se volvió un anciano después de tomarlo para dar un paseo. Una vez que su trato con los terrícolas habían llegado a buen término, el Emperador Amarillo llama el dragón por última vez y se va a Xuanyuan, su mundo natal. Los astrónomos identificaron Xuanyuan como Alfa Leonis, un sistema estelar situado a 79 años luz de la Tierra, en la constelación de Leo.
Si trasladamos este dragón de las leyendas de antaño en el mundo moderno, se pueden extraer muchas similitudes con los ovnis modernos. Si nos aventuramos y hacemos este supuesto, ¿qué podemos decir sobre el «palacio» el dragón acuático construido para sí mismo? Podemos asimilarlo a una noción que acepta la existencia de bases submarinas en los mares y océanos de nuestro planeta, construida y operada por extraterrestres?
La leyenda de Utsuro-bune
Hay otra leyenda que apoya esta teoría: la historia de Utsuro-bune, un antiguo relato que se remonta a 1803. Según la historia, los marineros japoneses encontraron con un barco sin rumbo, hueco y flotando en el Pacífico de forma circular, el barco estaba cubierto de ventanas de cristal.
Naturalmente, los marineros remolcaron el barco a la costa y se sorprendieron al encontrar una mujer muy hermosa que estaba sentada en el interior con una caja alargada en sus manos. De piel pálida, y cabello rojo, la mujer hablaba una lengua extraña y llevaba prendas igualmente extrañas.
Incapaces de iniciar cualquier comunicación significativa, la viajera regresó a su barco y zarpó. Utsuro-bune, como la apodaron, continuó haciendo apariciones a lo largo de toda la costa de Japón en el año siguiente. Nadie sabe quién era ni de dónde venía, pero las especulaciones sobre sus orígenes de otro mundo son abundantes.
Su proximidad con el Triángulo del Dragón podría indicar que era una refugiada o una marginada que dejó a la base bajo el agua en una cápsula de escape. Si este es el caso, el contenido de su caja de la que no se separaba, debe haber sido muy valioso.
Mantuvieron los archivos ocultos
En los últimos años, la más extensa investigación sobre el Mar del Diablo fue presentada por el escritor estadounidense Charles Berlitz. Berlitz informó sobre decenas de desapariciones en Triángulo del Dragón, exclusivamente entre los años 1952-1954.
Según sus fuentes en el ejército japonés, se habían perdido cinco buques y un equipo combinado de más de 700, pero se mantuvo un estricto control sobre estos datos.
El gobierno japonés decidió mantener esto oculto y etiquetó el área como una zona no peligrosa. En 1952 se puso en marcha un proyecto de investigación dirigida a descubrir la fuente de estas desapariciones, pero el Kaio Maru No.5, la misma nave que se envió en busca de respuestas desapareció, junto con su tripulación conformada por 31 personas.
No todo el mundo se ha conformado con las explicaciones sobrenaturales para estos extraños incidentes. Las explicaciones “naturales” dadas van desde anomalías magnéticas, volcanes submarinos y depósitos de gas metano en el fondo del océano que podrían ser responsables de algunas de las desapariciones, pero ninguna puede descifrar el misterio de una vez por todas.
No existen bases científicas para determinar estos hechos, pero hay algo que si es cierto… existen poderes que desconocemos, ocurren en diversos lugares de nuestro planeta y escapan a nuestro entendimiento.