Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto dentro de nuestro sistema solar un conjunto de estructuras invisibles creadas por interacciones gravitacionales que han creado una red de «superautopistas espaciales».
Estos canales cósmicos aparentemente permiten el rápido viaje de los cuerpos celestes a través del espacio, y se especula que este descubrimiento podría ayudar en nuestra propia exploración del cosmos.
Investigadores dirigidos por Nataša Todorović del Observatorio Astronómico de Belgrado en Serbia, observaron que estas superautopistas están formadas por una serie de arcos conectados llamados ‘colectores espaciales‘, que se extienden desde el cinturón de asteroides hasta Urano y más allá.
Se descubrió que cada planeta crea sus propias variedades, y cuando las variedades de cada planeta se combinan, forman lo que se ha denominado «una verdadera autopista celestial». A manera de ejemplo, por una ‘superautopista’ espacial pueden cometas y asteroides cubrir una distancia prácticamente equivalente a un viaje entre Júpiter y Neptuno en menos de una década, lo que significarían 100 unidades astronómicas en menos de un siglo.
Cómo descubrieron esta «autopista cósmica»
El equipo utilizó una herramienta conocida como indicador rápido de Lyapunov (FLI), que a menudo se utiliza para detectar el caos en el cosmos. Dado que el caos en el Sistema Solar está típicamente vinculado a la presencia de variedades estables e inestables, en escalas de tiempo cortas, el FLI resultó útil para localizar estas variedades.
Los investigadores hicieron el descubrimiento cuando analizaron datos numéricos de millones de órbitas en el sistema solar y de cálculos acerca de cómo encajan en los colectores espaciales ya conocidos. Estas órbitas estaban contenidas en los colectores espaciales.
Según su estudio, los astrónomos utilizaron «el FLI para detectar la presencia y la estructura global de las variedades espaciales y capturar inestabilidades que actúan en escalas de tiempo orbitales; es decir, utilizaron esta herramienta numérica sensible y bien establecida para definir de manera más general las regiones de transporte rápido dentro del Sistema Solar».
Luego, realizaron simulaciones para calcular cómo las partículas se verían afectadas a medida que se acercaran a diferentes planetas como Júpiter o Neptuno y si se verían afectadas por posibles colisiones y las variedades mismas. Los resultados indican que estas partículas viajaron mucho más rápido, llegando hasta Plutón en menos de un siglo.
Este nuevo descubrimiento puede ayudarnos a comprender mejor cómo se mueven los cometas y asteroides alrededor del Sistema Solar, así como su potencial amenaza para la Tierra.
Además, la información sería útil para futuras misiones de viajes espaciales, donde los humanos podrían explorar los confines del espacio que nunca antes se creyeron posibles.
El estudio ha sido publicado en la revista científica Science Advances.