En repetidas ocasiones nos hemos quedado sorprendidos con las reliquias que se han hallado en el antiguo Egipto. Y es que este famoso lugar junto con las recurrentes incógnitas que implanta en muchos de sus espectadores, no deja de maravillarnos. Un artefacto que ha dado mucho de qué hablar es un misterioso disco encontrado en una antigua tumba.
Egipto y sus obras maravillosas
Sin duda alguna, Egipto siempre fue famoso por la cantidad de grandes inventos, no solo por sus famosas pirámides. Aunque es cierto que los monumentos, sus gloriosos templos tan extensos, llaman mucho la atención, también ha sido muy sobresaliente por sus obras e ingenio.
Algunas de las maravillas encontradas en este antiguo lugar, han sido fáciles de estudiar, por ende ha sido sencillo entenderlas. Pero muchas otras, todavía continúan siendo un gran misterio en la actualidad. Por más que se investigue, siempre habrá algo que vaya un poco más allá de nuestra comprensión.
¿Quién fue el príncipe Sabu?
Realmente la información que se tiene de este príncipe es bastante escasa, sin embargo, se sabe que «Mastaba de Sabu» vivió hacia el año 3.000 a. C, fue hijo del rey Anedyib, (quinto gobernante de la primera dinastía del antiguo Egipto).
Aunque no lo sucedió en el trono, algunos historiadores han llegado a la conclusión de que Sabu, fue bastante importante durante la dinastía de su padre.
Se cree que este príncipe fue un destacado administrador y funcionario de una ciudad o provincia posiblemente llamada «Star of the family of Horus». Tal vez fue por sus importantes cargos que recibió uno de los entierros más distinguidos en aquel entonces.
El misterio disco hallado en la tumba del príncipe Sabu
Exactamente el día 10 de enero de 1936, un egiptólogo británico llamado Bryan Emery se interesó por realizar excavaciones en diversas zonas cercanas al río Nilo. Siguió investigando en este lugar y estaba por encontrar uno de los objetos más misteriosos en la tumba de un príncipe llamado Sabu.
Al iniciar las excavaciones en Saqqara, aproximadamente a 1,7 km al norte de la pirámide escalonada de Djoser, encontró una particular tumba con siete cámaras funerarias, en la más grande se hallaba enterrado Sabu. El príncipe estaba acompañado de numerosos elementos funerarios, así como de huesos animales, artículos de marfil, entre otros.
Pero había un singular objeto que llamó poderosamente la atención de Emery, se trataba de un misterioso disco que estaba en pedazos. Se dieron a la tarea de reconstruirlo cuidadosamente, pues su material era muy frágil, para terminar aún más consternados que cuando lo hallaron.
El enigmático objeto y sus características
Este curioso disco se encuentra fabricado con un material conocido como esquisto. Se trata de una roca porosa bastante frágil, por lo que debe ser empleada muy cuidadosamente. Por ello resultaría bastante difícil de tallar, además, el disco tiene unos detalles muy particulares que serían imposibles de realizar a mano.
Al ser tallada, la roca porosa tiene una gran tendencia a pelarse o en su defecto si se aplica alguna herramienta puede terminar triturada completamente. Este factor nos conduce a una gran incógnita que no se ha podido resolver, ¿Cómo fue que se talló este disco con tantas particularidades difíciles de realizar?
Las teorías sobre el curioso objeto
Un aficionado historiador dijo que tal vez podía tratarse de un antiguo impulsor empleado en una bomba centrífuga, y trató de respaldar su teoría. Cuando fue colocado en una carcasa e impulsado a alta velocidad, en el eje del centro se pudo desplazar el agua con gran facilidad.
Otro argumento que apoyaba esta teoría, era el hecho de que en algún momento de la historia antigua, Egipto dependía completamente del riego. Aunque no es una hipótesis descabellada, nunca se dio seguridad sobre esto.
Una oculta teoría sobre los seres de otros mundos
Un famoso autor suizo llamado Erich Von Daniken dijo que posiblemente era una réplica egipcia de un impulsor perteneciente a una nave extraterrestre. O simplemente un modelo de piedra de un platillo volador. Aunque han tratado de darle una infinidad de explicaciones al disco de piedra, nadie ha podido comprobar que alguna de sus teorías sea cierta.
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La historia conocida nos cuenta que la rueda se introdujo en Egipto a finales del Reino Medio en 1840 a. C., con la invasión de los hicsos, quienes la utilizaron, entre otras cosas, en sus carros de guerra. Esto nos lleva a pensar, ¿cómo es posible que aparezca una rueda o disco datada más de 1.000 años antes, en una tumba?
Por otro lado, el agujero en medio del disco sugiere que era parte de un mecanismo mucho más complejo, agregado a ello, que su construcción y diseño eran desconocidos para los estándares de la época.
Es posible que este curioso artilugio correspondía a un intento de reproducir un objeto metálico complejo observado en el antiguo Egipto. Además, debió ser de gran importancia para que fuese introducido en el ajuar funerario del príncipe Sabu y lo acompañara en su viaje final.
Por más lógicos que parezcan los argumentos, hasta el momento no se ha llegado a ninguna explicación o consenso sobre este misterioso disco antiguo. Solo estamos seguros que es uno más de los tantos enigmas que nos dejó esta asombrosa civilización.
Referencias: Egipto Oculto.
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