Aunque el mundo gira y pasa el tiempo, año tras año la existencia del ser humano en el vasto universo suele ser un poco desconcertante. La ciencia apoya la teoría de la evolución, pero ¿de dónde nos originamos realmente? ¿Por qué existe tanto misterio en cuanto a nuestra procedencia? Las respuestas son escasas.
El desarrollo de civilizaciones desconocidas
Es muy cierto que en la actualidad existen muchas conjeturas e hipótesis sobre el inicio de la vida humana. Pero lamentablemente parece que estamos lejos de saber la historia verdadera. O tal vez la teoría es tan sencilla que puede estar frente a nuestros ojos y seguir ignorándola.
Una parte de la vida en la Tierra no ha sido contada, de hecho, el desarrollo del homo sapiens es completamente desconocido. Sin embargo, cada descubrimiento que se produce tal vez nos permita entender el avance vertiginoso de la humanidad, así como también el origen.
Antiguas sociedades extraordinarias
Un hecho que resulta realmente llamativo es que a lo largo del tiempo se han producido descubrimientos asombrosos. Algunos de los hallazgos son evidencia de que anteriormente existieron civilizaciones extraordinarias.
A pesar de que en la antigüedad no existía la tecnología avanzada como hoy día, las personas pudieron lograr grandes hazañas. Todo esto es prueba de que la humanidad no tiene límites. Posiblemente esta es la razón por la que no hemos terminado de comprender a nuestros antepasados.
Se descubre lo que parecía imposible para los científicos
Hasta hace algún tiempo, existía un grado de escepticismo enorme entre la sociedad actual. Los científicos pensaban que era imposible que en la antigüedad las personas tuvieran las herramientas necesarias para construir grandes templos megalíticos.
No obstante, en 1990 se produjo un hallazgo que destruiría las posibles dudas que tenían los estudiosos sobre la capacidad de las culturas pasadas. Al estudiar los restos encontrados en Göbekli Tepe, pudieron descubrir que hace 12.000 y 13.000 años ya había sociedades muy desarrolladas en el mundo.
¿Existe alguna conexión entre las culturas antiguas?
Para los estudiosos es imposible que algunas costumbres de nuestros antepasados tuvieran alguna conexión. Sin embargo, algunos hallazgos arqueológicos indican todo lo contrario, si no tenían ningún vínculo, ¿por qué se repite el mismo patrón en todo el mundo?
Evidencias de la relación entre culturas
La perfecta construcción de pirámides alineadas con los puntos cardinales en diversas partes del mundo no son la única prueba de que si existió alguna relación. Una evidencia de ello también son las momias, las joyerías, y las pequeñas estatuillas que utilizaban como amuletos.
Pero hay un factor que resulta mucho más llamativo, los antiguos egipcios, aztecas, incas y olmecas usaban la misma representación de sus dioses. Todas muestran a sus deidades procedentes del cielo, y que además tenían una similitud asombrosa.
De esta manera, fue como quedó descartada la creencia de que los asiáticos, europeos, americanos y africanos no tuvieron contacto en algún momento de la historia.
Leyendas semejantes
Por otro lado, las leyendas, aunque se consideran que no son para nada real, tal vez tengan algún significado oculto que desconocemos. Existe un mito originario de Nueva Zelanda sobre el dios Pourangahua. De quien se dice que descendía del cielo montado en un pájaro mágico que era de plata.
Esta leyenda tiene cierto parecido con una oración maorí que era utilizada hace mucho tiempo. En la que se menciona a una serpiente que también provenía de alturas celestiales. Pero lo más llamativo es que la culebra tenía plumas y se describe casi igual que el dios Pourangahua.
¿Una simple coincidencia o algo más?
Egipto es un tesoro arqueológico que guarda grandes enigmas sin resolver. Una tierra caracterizada por su veneración a las deidades, también le rendían adoración a un dios llamado «Hapi». Se dice que era el responsable de que el Nilo se mantuviera lleno de agua.
Según la historia, este dios (Hapi) también tiene un aspecto muy parecido a la serpiente de Mesoamérica y el Pourangahua originario del folclore maorí. Sin contar muchos otros grandes descubrimientos que han dejado perplejo a más de un científico.
¿Antiguas civilizaciones alienígenas?
El sarcófago que pertenece al rey Pakal, tiene una tapa que resulta bastante controversial. De hecho, al observar detenidamente parece que se encuentra manejando algún tipo de maquinaria, su pie está apoyado en un pedal. Y aparentemente respira por medio de un aparato.
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Debido a esta distinguida obra de arte, se llegó a la conclusión de que tal vez era una representación de que nuestro planeta fue habitado por seres de otros mundos. Es factible que esta sea la explicación a todas las similitudes que se han hallado en distintas partes del mundo. Es casi imposible que las semejanzas sean una simple casualidad.
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