Algunos descubrimientos arqueológicos siguen demostrando que nuestra postura ante las civilizaciones antiguas es arrogante y errada. Solemos asumir que las personas pertenecientes a culturas tan lejanas en el tiempo, tuvieran la capacidad de actuar y pensar de formas sorprendentes.
Pero la historia se ha encargado de decirnos todo lo contrario. En esta oportunidad, por medio de una momia de hace 2600 años, en cuyo cuerpo se halló evidencia, que demuestra la realización de un procedimiento quirúrgico avanzado. Las pruebas científicas corroboran la veracidad y eficacia de la técnica utilizada en aquella época.
La momia de hace 2.600 años es de origen desconocido
Todo comenzó en 1971, cuando el Museo Egipcio Rosacruz de California recibió un sarcófago egipcio antiguo totalmente sellado, ignorando que dentro había una momia en muy buen estado de conservación. Luego del hallazgo, se dieron inicio a las respectivas investigaciones forenses, con el fin de conocer su procedencia.
Los análisis del embalsamiento revelaron que, el cuerpo de la momia correspondía al de un hombre egipcio, de aproximadamente 1,50 metros de altura. También se pudo conocer que perteneció a la clase social alta y posiblemente vivió entre los siglos XVI y XI a.C., en un periodo conocido como el Reino Nuevo.
De acuerdo con la investigación, la momia que se encontraba en el ataúd, no era su propietario original, más bien le pertenecía a alguien más. Según la información aportada por los expertos, el dueño del antiguo sarcófago era un sacerdote de nombre Usermontu. Hasta ahora se desconoce la razón por la que se produjo el cambio de los cuerpos momificados.
¡Un descubrimiento sorprendente causó revuelo!
Después de dos décadas en el museo, exactamente en 1995, la momia de «Usermontu» se convirtió en noticia de primera plana. En agosto de ese mismo año, C. Wilfred Griggs un profesor de la Universidad Brigham Young en Utah, en compañía de un grupo de expertos, le efectuaron unas radiografías.
Los rayos X debían tomarse a 6 momias del museo, incluyendo a «Usermontu», con motivo de un discurso que se expondría al público. Los resultados sacaron a la luz un descubrimiento sorprendente, tanto que causaría revuelo por todo el mundo.
Todos los presentes quedaron impactados al observar que, «Usermontu» tenía una barra de metal que medía 22 centímetros, incrustada en su rodilla izquierda. Se trataba de un método ortopédico que, hoy día es una práctica común, pero hacerlo hace 2.600 años es algo sencillamente impresionante.
Según la opinión de los expertos, la técnica quirúrgica empleada en la momia, estaba basada en principios ortopédicos «sumamente avanzados». A tal punto que, en un primer momento, a los científicos les costó establecer la diferencia con los procedimientos que se hacen en la actualidad.
Las primeras impresiones de los expertos
Con respecto a la primera impresión que supuso aquel inesperado hallazgo, el profesor Wilfred Griggs mencionó que, pensaba que se trataba de un implante moderno. Compartió su opinión con el equipo y asumieron que, alguien había colocado la barra en la pierna de la momia para mantenerla derecha.
Los representantes de la Universidad Brigham Young, estuvieron de acuerdo en buscar una fuente científica que los ayudara a determinar la antigüedad de la barra metálica. En poco tiempo descubrieron la verdad de aquel procedimiento quirúrgico realizado a una momia hace 2.600 años.
¡Se aclara el misterio!
Transcurridos unos pocos días, se conformó un equipo de científicos con algunos expertos en medicina ortopédica y radiología, para estudiar detalladamente a la momia. En conjunto con sumo cuidado, trasladaron el hueso hasta el Centro Médico Regional del Valle de Utah.
Una vez finalizadas las exhaustivas pruebas de rigor, el grupo de investigadores reveló los resultados. Hallaron residuos de un antiguo acrílico orgánico, es un compuesto muy similar al cemento óseo que usan los cirujanos hoy día.
Además, había rastros de tela y grasas antiguas que, todavía se encontraban bien colocadas en su lugar. Más interesante aún, el diseño de la barra es semejante al que se utiliza actualmente para estabilizar los huesos rotos.
Así mismo, la habilidad aplicada en la técnica para fabricar la barra e implantarla en la rodilla, ponen de manifiesto un conocimiento médico avanzado para la una civilización que existió hace 2600 años.
Cirugía después de muerto
La siguiente incógnita a la que se enfrentó el equipo fue establecer si, la cirugía fue hecha antes o después de morir. Los análisis mostraron que Usermontu estaba muerto cuando le implantaron la barra metálica, la cual fue colocada en la pierna entre el momento de la muerte y el entierro.
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¿Para qué harían algo así? Los antiguos egipcios creían en la resurrección, estaban convencidos que el cuerpo era el medio para llegar al otro mundo. De manera que debía estar en buenas condiciones para el viaje al más allá.
Así como este increíble procedimiento, es posible que pronto la historia nos revele otros, aún más sorprendentes. Por eso no debemos subestimar a las antiguas civilizaciones con sus conocimientos e inteligencia avanzada.
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