Un equipo internacional de arqueólogos descubrió asombrosos grabados rupestres de hace unos 2.700 años, en la ciudad de Mosul, en el norte de Irak.
Según informó el portal Al Jazeera, el hallazgo se dio de manera inesperada, mientras se restauraba la Puerta Mashki, un antiguo monumento parcialmente destruido por los militantes del Estado Islámico (EI, antes Isis) cuando tomaron la ciudad en 2016.
Un comunicado del Consejo Iraquí de Antigüedades y Patrimonio explicó que los bajorrelieves datan del reinado del monarca asirio Senaquerib (entre los años 750 a.C.-681 a.C.), el hombre que reconstruyó y amplió Nínive al acceder al trono.
Un descubrimiento excepcional
El hallazgo incluye ocho tallas en bajorrelieve de mármol que representan representan escenas de guerra de la era de los poderosos reyes asirios.
Entre las losas de mármol desenterrados destaca la de un soldado de perfil tensando un arco para disparar una flecha con un arco.
Asimismo, en las imágenes aparecen palmeras, hojas de vid y árboles finamente tallados.
«Creemos que estas placas fueron trasladadas desde el palacio de Senaquerib y reutilizadas por el nieto del rey para renovar la puerta de Mashki y ampliar la sala de guardia», explicó Fadel Mohamed Khodr, jefe de la misión arqueológica que restaura el sitio.
Los primeros constructores habían borrado a sabiendas las decoraciones talladas en los bajorrelieves, agregó Khodr. «Solo la parte enterrada bajo tierra ha conservado sus tallas».
El rey Senaquerib fue responsable de la ampliación de Nínive como capital imperial de los asirios. Amplió el perímetro de la ciudad, agrandó plazas y calles e incluso hizo construir un espectacular palacio al que bautizó como «Palacio sin rival».
Para su construcción importó materiales de todas el mundo conocido y situó monstruosos toros alados con cabezas de reyes barbudos (los Shedu) flanqueando sus principales puertas.
También puede interesarte: Ciudad de 3.400 años de antigüedad emerge del río Tigris.
Nínive fue una de las cuatro capitales del Imperio Asirio, que existió durante más de mil años, desde el siglo XVII a.C. y hasta el siglo VII a.C. Estaba rodeada por un poderosa muralla de 12 kilómetros con 15 puertas, cada una de las cuales recibió el nombre de uno de los dioses asirios, por lo que fueron denominadas ‘puertas de Dios’.
El trabajo es llevado a cabo por un equipo de arqueólogos estadounidenses de la Universidad de Pennsylvania junto con expertos iraquíes.
Referencias: National Geographic / Live Science.
Una publicación de Mystery Science. Todos los derechos reservados. – Está expresamente prohibida la redistribución y redifusión de este contenido sin previo consentimiento. Sitio web protegido por Safe Creative.
Gracias por leernos. Te invitamos a seguirnos en nuestro Facebook, para estar al tanto de todas las noticias que publicamos a diario. También puedes unirte a nuestra comunidad en Telegram. ¡Te esperamos!