Un equipo internacional de investigadores ha descubierto las pruebas más antiguas de la equitación, luego de estudiar esqueletos humanos encontrados en las regiones situadas al oeste del mar Negro.
Los individuos estudiados fueron hallados en túmulos funerarios llamados kurganes, de entre 4.500 y 5.000 años de antigüedad. Cinco de ellos pertenecían a la antigua cultura Yamnaya, datados entre los años 3021 y 2501 a. C.
Los miembros de esta cultura habrían emigrado de las estepas póntico-caspias en busca de pastos más verdes en los actuales países de Rumanía y Bulgaria hasta Serbia y Hungría.
Estos pueblos eran pastores nómadas de ganado vacuno y ovino. Sin embargo, ahora se sabe que no sólo tenían caballos para obtener leche, sino que los montaban para desplazarse y ayudar a pastorear el ganado.
Un estudio dirigido por la Universidad de Helsinki (Finlandia), reveló que los individuos muestran cambios en la morfología ósea y distintas patologías asociadas con la equitación.
Por lo tanto, «estos son los humanos más antiguos identificados como jinetes hasta el momento», comunicaron los investigadores en su estudio.
Origen de la equitación
Hasta ahora no existe un consenso científico sobre los orígenes de la equitación. A pesar que se tiene ampliamente aceptado que los caballos se criaron por su leche, aproximadamente entre el 3.500 al 3.000 a.C.; pero esto no confirma que hayan sido utilizados para ser montados en aquella época.
Volker Heyd, catedrático de Arqueología de la Universidad de Helsinki y miembro del equipo que realizó el descubrimiento, indicó que la equitación parece haber evolucionado poco después de la presunta domesticación de los caballos en las estepas de Eurasia occidental durante el IV milenio a.C.
Martin Trautmann, arqueólogo e investigador de la Universidad de Helsinki y autor principal del estudio dijo que los caballos yamnaya eran más pequeños que los caballos modernos. «Tenían el pecho ancho, en forma de tonel, y las patas cortas y fornidas».
La investigación
Los científicos utilizaron seis criterios de diagnóstico o indicadores de la actividad ecuestre para denotar que los yamnayas practicaron la equitación. Estos son:
- Patrones de tensión en los puntos de unión de los músculos de la pelvis y el fémur.
- Cambios específicos en la forma de las cavidades de la cadera.
- Marcas causadas por la presión de la cavidad de la cadera sobre la cabeza del fémur.
- La forma y el diámetro del eje del fémur.
- Desgaste de las vértebras causado por la compresión repetida de los golpes.
- Cualquier traumatismo asociado a caídas, patadas o mordeduras de un caballo.
Estos criterios están directamente relacionados con cambios óseos específicos y traumatismos que típicamente pueden ser causados por caídas, patadas o mordeduras de caballos.
Además, el equipo de científicos desarrolló un sistema de puntuación que tiene en cuenta el valor diagnóstico, el carácter distintivo y la fiabilidad de cada síntoma.
Resultados de la investigación
Se realizó un minucioso estudio de 217 esqueletos procedentes de 39 yacimientos. De estos, 150 esqueletos fueron relacionados a la cultura yamnaya; 24 de estos posiblemente montaban a caballo.
Cinco individuos yamnayas resultaron, con toda probabilidad, ser jinetes; al igual que otros dos esqueletos anteriores a los yamnayas, y dos más posteriores, también eran jinetes.
Sorprendentemente una tumba fechada alrededor del 4300 a. C. en Hungría, de la que se sospechó durante mucho tiempo por su pose y artefactos, que podrían pertenecer a un inmigrante de las estepas, mostró cuatro de las seis patologías de la equitación, «lo que posiblemente indica que montaba un milenio antes que los yamnayas», explicó David Anthony, profesor del Hartwick College, EE.UU., y coautor del estudio.
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Sin lugar a dudas, la equitación marcó un punto de inflexión en la historia de la humanidad. El uso de animales para el transporte, en particular el caballo, marcó una considerable ganancia en movilidad y distancia que tuvo profundos efectos en el uso de la tierra, el comercio, la cultura y la guerra generando grandes cambios en nuestros antepasados.
Un ejemplo de ello es que el uso de los caballos por los yamnaya, unido a su capacidad para recorrer grandes distancias puede haber influido en la huella que dejaron en las lenguas europeas. Según los expertos, la lengua yamnaya moldeó el vocabulario y la gramática de toda la familia de lenguas indoeuropeas, que incluye el griego y el latín, así como las lenguas germánicas, eslavas y celtas.
El estudio fue publicado en Scientific Advances.
Referencias: National Geographic / Muy interesante.
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