Un equipo de arqueólogos descubrió las primeras esculturas conocidas de figuras humanas realizadas por los Tartessos, una civilización perdida que floreció en el sur de España hace unos 3.000 años y que se ha relacionado con la leyenda de la Atlántida.
El hallazgo de cinco relieves de rostros humanos en el antiguo yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo, ha revelado detalles inesperados sobre esta sociedad de la Edad del Bronce que desapareció misteriosamente hace unos 2.500 años.
Según los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el hallazgo se produjo durante una excavación en el sector este del yacimiento, donde se produjo un «sacrificio masivo de animales», en concreto de dieciséis caballos, dos toros y un cerdo.
El equipo del CSIC y la Junta de Extremadura, encabezado por Esther Rodríguez González y Sebastián Celestino Pérez, ha confirmado que dos de las figurillas corresponden a figuras femeninas adornadas con unos pendientes o aros que representan piezas típicas de la orfebrería tartésica. Para los arqueólogos, es probable que sean representaciones de dioses y guerreros.
«Dada la calidad técnica y el detalle artístico con el que fueron realizados, parece que estamos ante la representación de dos divinidades femeninas del panteón tartésico», dijeron los investigadores, sugiriendo además que podrían ser figuras destacadas de la sociedad tartésica.
Anteriormente, se conocía que los tartessos representaban a sus dioses y a sus héroes con símbolos esquemáticos, pues se es lo que se ha encontrado hasta el día de hoy; pero ahora sabemos que también hacían esculturas de figuras adornadas con joyas y que, además, «poseen una calidad enorme, a la altura, lo digo sin exagerar, de la que tiene una talla griega o etrusca».
Junto a las dos figuras femeninas también se recuperaron otros fragmentos pertenecientes al menos a otros tres individuos. Uno de ellos fue identificado como guerrero, al conservar parte del casco.
Por alguna razón desconocida, el sitio fue sellado intencionalmente y quemado hasta los cimientos, probablemente como parte de un ritual.
Relacionados con la Atlántida
Los antiguos griegos conocían a los Tartessos como la primera civilización de Occidente. Esta civilización estuvo relacionada desde la antigüedad con la Atlántida de Platón.
La idea también surgió de la vinculación de Aristóteles de un río en el sur de España con la Atlántida y los Tartessos.
Una civilización que desapareció misteriosamente
Si bien aún se desconoce cómo desapareció esta civilización, han surgido nuevos conocimientos e hipótesis sobre cómo pudo haber terminado.
Aunque los Tartessos prosperaron en el sur de Iberia durante varios siglos, esta rica cultura parece haber desaparecido de la faz del planeta poco después de que Casas del Turuñuelo fuera incendiada. Algunos expertos han especulado que un colapso en el comercio de minería y metalurgia asestó un golpe económico mortal a los Tartessos.
Algunos expertos creen que uno o más grandes terremotos y posteriores tsunamis pueden haber destruido la mayoría de sus asentamientos costeros, ocasionando daños generalizados a los asentamientos tartesios de los que la civilización nunca se recuperó. Esta hipótesis explica por qué algunos investigadores han sugerido que el Tartessos puede estar relacionada al origen de la leyenda de la Atlántida, aunque otros en la comunidad académica han llamado a estas afirmaciones «fantasiosas y una completa locura».
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Otro fascinante aspecto de la cultura tartésica (siglos VIII-IV a.C.) es su sistema de escritura, la cual aún no podido ser completamente descifrada, a pesar de que se usó para inscripciones en cerámica, objetos de metal y tallas rupestres.
Uno de los artefactos tartésicos más famosos es la llamada «Dama de Elche», un busto con un singular casco, del que se cree que representa a una diosa o sacerdotisa de la religión tartésica.
Sin embargo, para Celestino, el reciente descubrimiento es un cambio significativo en la historia, pues los libros «deberían empezar a cambiar sus fechas y detallar que la aparición de esta clase de tallas es bastante anterior a lo que se pensaba. Ya no vale referirse solamente a la Dama de Elche, sino que hay que retroceder como medio siglo, que es la datación que tienen estas piezas».
Un hallazgo interesante que acerca a los arqueólogos a la enigmática civilización tartésica, cuya desaparición hace aproximadamente 2.500 años continúa siendo un enigma desconcertante para la ciencia.
Referencias: History / El Confidencial / La Razon.
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