En Japón se han hecho diversos descubrimientos importantes que lo han posicionado como uno de los lugares más sorprendentes y enigmáticos. Ha sido catalogado por algunas personas como «oscuro y misterioso», no solo por extrañas estructuras muy antiguas, sino también por restos de personas encontradas.
En una pequeña isla llamada Rebun, en Hokkaido, ubicada al norte de Japón, encontraron un esqueleto humano del primer milenio que atrajo a los científicos. Al estudiarlo, hicieron un hallazgo realmente asombroso, descubrieron una púa de raya en su cadera.
Este descubrimiento sigue desconcertando a los científicos en la actualidad, pues no han podido explicar cómo terminó alojada en las caderas. El esqueleto pertenecía a un hombre, quien, según los estudios, falleció poco después de ser atacado.
Dudas sobre la verdadera causa de muerte
El esqueleto fue estudiado por numerosos científicos de la Universidad de Oxford junto a otros investigadores japoneses y del Reino Unido. El encargado de dirigir al equipo fue Rick Schulting. Todos concluyeron que posiblemente la herida de raya no fue la causa de muerte porque la lesión no era grave.
Detalles sobre el esqueleto del primer milenio
Hokkaido es una de las islas más grandes de Japón, los restos encontrados en este lugar fueron descubiertos por unos excavadores. Aproximadamente entre el año 1949 y 1950, en el sitio arqueológico llamado “Uedomari – 5”, específicamente en la zona de Rebun.
Lo poco que se sabe, según el equipo de paleontólogos, es que el esqueleto pertenecía a un joven que falleció cuando tenía entre 18 y 20 años. Además, media entre 1.58 y 1.63 metros de altura.
Estudios realizados
Los científicos intentaron indagar un poco más, los resultados de los análisis de isótopos arrojaron que en el colágeno óseo había niveles estables de carbono y nitrógeno. Esto indica que el individuo se alimentaba de productos procedentes del mar.
Por otro lado, este se considera como el primer ejemplo de la púa de una raya incrustada en hueso humano.
¿Es posible que este joven intentara extraerla? Algunas personas creen que tal vez, mientras hacía el intento de sacar la púa, ésta terminó rompiéndose y por ese motivo permaneció en el esqueleto.
La corta vida del hombre
Ciertos hallazgos apuntan a que, posiblemente, el hombre vivió alrededor del año 429 d.C. Tal vez su origen se remonta a los tiempos de la famosa cultura de Ojotsk, quienes se caracterizaron por vivir como cazadores y recolectores de productos marinos.
Importancia del descubrimiento
Si el hombre pertenecía en realidad a la cultura de Ojotsk, entonces este es un hallazgo muy importante. Pues de esta manera, conoceremos un poco más sobre la vida de los cazadores y recolectores, así como el conflicto que permanecía entre estas comunidades antiguas.
¿Realmente fue embestido por una raya?
Todavía en la actualidad, sigue un gran debate que parece no tener fin, los científicos creen que la púa de la raya fue utilizada como arma. Pero aún no descartan la posibilidad de que el animal marino lo embistió y terminó hiriéndose.
No obstante, debido a los problemas que había entre los recolectores y los cazadores piensan que la púa era la punta de una flecha. Por lo tanto, su herida es consecuencia de un ataque por parte de sus enemigos. En un artículo que publicó International Journal of Paleopathology mencionan que siguen discutiendo las hipótesis.
Un ataque mortal
Aunque es cierto que las rayas son un poco torpes para nadar, se les considera como uno de los animales marinos más inteligentes. Están constituidas por un sistema bastante complejo y especial, de hecho, las rayas tienen la misma capacidad de los delfines de saltar fuera del agua.
Hay diferentes tipos de rayas, algunos de estos cartilaginosos no son lo suficientemente venenosos como para causarle la muerte a una persona. Pero otros podrían ocasionar una grave infección al momento de atacar.
El peligro de pisar a una raya
Según los estudios, estos animales suelen ser tranquilos, pero atacan cuando se sienten bajo amenaza o cuando las pisan. Algunas han alcanzado hasta un metro de longitud. Su veneno está situado en la parte posterior de la cola, se aloja específicamente en unas pequeñas púas.
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Hasta el momento, el hallazgo sigue siendo un enigma. Los científicos esperan hacer más estudios en un futuro y resolver pronto el misterio de lo que pasó con aquel joven.
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