Un equipo de lingüistas ha descifrado un sistema de escritura que no había podido ser usada durante siglos, arrojando nuevas luces sobre su historia.
Durante mucho tiempo, en Asia Central se ha encontrado una misteriosa escritura garabateada en un idioma escrito desconocido. Ahora, gracias al trabajo de un equipo de investigadores de la Universidad de Colonia, partes de esta escritura antigua están comenzando a ser reveladas, permitiendo conocer un poco más sobre la cultura ancestral que la utilizó.
Por más de setenta años la llamada «desconocida escritura kushan» había desconcertando a los expertos. Este sistema de escritura fue utilizado aproximadamente entre el 200 a. C. y 700 d. C. por los primeros pueblos nómadas de la estepa euroasiática, como los Yuèzhī, y la dinastía gobernante de los Kushan.
Se ha encontrado en numerosos sitios, de los actuales Tayikistán, Afganistán y Uzbekistán, pero nunca se había descifrado con éxito.
Descifrando más de 2.000 años de incógnitas
En primer lugar, los lingüistas Svenja Bonmann, Jakob Halfmann y Natalie Korobzow examinaron fotografías de inscripciones halladas en cuevas, así como caracteres en cuencos y vasijas de barro de varios países de Asia Central, con el fin de encajar las piezas del rompecabezas.
Para decodificar el mensaje usaron un método similar al empleado en la piedra de Rosetta, escrita en 196 a. C., esta roca antigua presenta un decreto escrito en tres idiomas: jeroglíficos del antiguo Egipto, escritura demótica y escritura griega. Dado que los eruditos aún podían entender el griego antiguo, la piedra de Rosetta se convirtió en una clave valiosa para descifrar los jeroglíficos egipcios.
Los expertos lograron un gran avance en la comprensión del idioma sobre el tipo de escritura y lengua, al estudiar una inscripción bilingüe encontrada en Tayikistán, escritura bactriana y kushan, y una inscripción trilingüe de Afganistán, escrita en gandhari o indoario medio, bactriano, y escritura Kushan desconocida.
Fue ahí que los investigadores notaron el nombre real Vema Takhtu, que aparecía en los dos textos paralelos bactrianos, y el título «Rey de Reyes», que podía identificarse en las secciones correspondientes de la escritura kushan, hicieron posible finalmente el avance.
Posteriormente, utilizando el texto paralelo bactriano, los lingüistas pudieron analizar otras secuencias de caracteres individuales, incluidos 15 signos consonánticos diferentes y cuatro signos diacríticos vocálicos, determinando los valores fonéticos de caracteres individuales.
Según dijeron los expertos, en algún momento, la escritura recién descifrada hizo parte de uno de los idiomas oficiales del Imperio Kushan junto con el bactriano, el gandhari/indoario medio y el sánscrito. Para describir la reciente identificación, los investigadores proponen el nombre preliminar ‘Eteo-Tocharian’.
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Svenja Bonmann, del departamento de Lingüística de la Universidad de Colonia y líder de la investigación, dijo en un comunicado: «Nuestro desciframiento de esta escritura puede ayudar a mejorar nuestra comprensión del idioma y la historia cultural de Asia Central y el Imperio Kushan, similar al desciframiento de los jeroglíficos egipcios o los glifos mayas para nuestra comprensión del antiguo Egipto o la civilización maya».
Actualmente, se puede leer alrededor del 60 por ciento de los caracteres, y el equipo está trabajando para descifrar los restantes. Se ha publicado una descripción detallada del desciframiento en la revista Transactions of the Philological Society.
Referencias: Phys / Smithsonian Magazine.
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