En la tarde del 21 de octubre de 1978, un piloto experimentado llamado Fred Valentich volaba sobre el Estrecho de Bass de Australia, entre Australia continental y Tasmania, cuando repentinamente vio algo sospechoso.
A las 7:06 p.m., Valentich llamó por radio al Melbourune Flight Service para informar que un avión no identificado lo seguía a 4.500 pies de altura. El servicio le dijo que no había tráfico cerca de él en ese momento. Valentich insistió en que podía ver un gran avión desconocido cerca de él, que parecía tener cuatro luces de aterrizaje brillantes, todas iluminadas. Dijo que pasaba 1000 pies por encima de él, moviéndose a gran velocidad.
De hecho, sus últimas palabras fueron registradas, cuando llamó y preguntó si había algún «tráfico» en el área.
Valentich dice que el objeto va increíblemente rápido, «jugando algún tipo de juego».
La única descripción, además de las cuatro luces de aterrizaje, que Valentich pudo dar fue que el exterior del avión era brillante y metálico, y que tenía luz verde.
Unos minutos después de la primera emisión del servicio de vuelo de Melbourne, Fred Valentich informó que tenía problemas con el motor. Los funcionarios de radio le pidieron una vez más que identificara el otro avión.
Él respondió que no podía confirmar qué era exactamente y, poco antes de desaparecer, dijo: «No es un avión. «Está flotando», es …» justo antes de cortar la comunicación bruscamente.
Los funcionarios de radio en el Melbourne Flight Service supusieron que Valentich se había estrellado, pero una búsqueda inicial en el mar y en el aire del área en la que se informó por última vez que no arrojó nada.
El Departamento de Transporte de Australia investigó la desaparición de Valentich pero no pudo encontrar nada. Se recogieron algunos informes dispersos de civiles que vieron aviones que aterrizaban o sobrevolaban la ciudad, pero al final, la desaparición se presumió como fatal y el caso se cerró.
Pero, el caso estaba lejos de haber terminado
Cinco años después de la desaparición de Valentich, un flap del capó de un motor llegó a la isla de Flinders. La Oficina de Investigación de Seguridad Aérea señaló que la pieza provenía del mismo tipo de aeronave que pilotaba Valentich y que tenía números de serie dentro del mismo rango que el avión de Valentich.
Los ufólogos se lanzaron sobre el caso de inmediato, ofreciendo denuncias de que fue secuestrado por extraterrestres. Afirman que hay relatos de testigos presenciales de las luces verdes que Valentich informó haber visto al moverse por el cielo en el área en la que se informó que se encontraba.
El caso, fue uno de los acontecimientos OVNI con más repercusión de finales de los años 70 y tuvo una gran difusión mediática en todo el mundo. Un ufólogo, Jean Sider, reconoció que Valentich era un gran aficionado a la ufología y que, según palabras de su padre, el joven aseguraba haberlos visto en diferentes ocasiones, pero no podía ni confirmar ni desmentir que el objeto que él se encontró fuera un OVNI.
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Por supuesto, habían algunas personas dispuestas a desacreditar esa teoría, afirmando que lo que el piloto vio fue simplemente la luz brillante de Venus. Su idea es que vio un grupo de estrellas y luego alucinó una nave espacial entre ellas, porque aparentemente “eso es lo que sucede cuando se mira a Venus”.
A pesar de los informes recurrentes de avistamientos de OVNI, y los ufólogos que insisten en que la desaparición de Fred Valentich está relacionada con extraterrestres, no ha habido una explicación real de su desaparición, y el misterio sigue acechando a los teóricos de la conspiración de Australia en la actualidad.