Los investigadores del Breakthrough Listen, un proyecto de SETI liderado por la Universidad Berkeley de California, que busca señales de vida inteligente en el Universo, anunciaron la ayuda de inteligencia artificial para detectar 72 nuevas ráfagas de radio rápidas (FRB) provenientes de un misterioso objeto conocido como «el repetidor».
Este «repetidor», es conocido más formalmente como FRB 121102, y ha desconcertado a los investigadores durante años.
Es la única fuente conocida que emite ráfagas repetidas, y se sabe que está situada en una galaxia a 3 mil millones de años luz de la Tierra, pero más allá de eso, es un total misterio.
Las ráfagas de radio rápidas son impulsos brillantes de emisión de radio de apenas milisegundos de duración, que se cree que se originan en galaxias distantes. La fuente de estas emisiones aún no está clara.
Algunas teorías varían desde estrellas de neutrones altamente magnetizadas emitidas por corrientes de gas de un agujero negro supermasivo cercano, hasta sugerencias de tecnología desarrollada por una civilización extraterrestre avanzada.
Nuevos datos
En agosto de 2017, el equipo de ciencia Breakthrough Listen en el Centro de Investigación SETI, observó FRB 121102 durante cinco horas, utilizando instrumentación digital en el Telescopio Green Bank (GBT). Al examinar 400 Terabytes de datos, informaron (en un documento dirigido por el investigador de SETI Vishal Gajjar) un total de 21 ráfagas. Todos fueron vistos en una hora, sugiriendo que la fuente alterna entre períodos de inactividad y actividad frenética.
Ahora, el equipo del estudiante de doctorado de UC Berkeley Gerry Zhang, autor principal de la nueva investigación, ha desarrollado un nuevo algoritmo de aprendizaje automático y vuelto a analizar el conjunto de datos del GBT de 2017, encontrando 72 ráfagas adicionales que no se detectaron originalmente.
Los investigadores entrenaron un algoritmo conocido como «red neuronal convolucional» para reconocer las ráfagas encontradas por el método de búsqueda clásico utilizado por Gajjar y sus colaboradores, y luego lo soltaron en el conjunto de datos de 400 Terabytes para encontrar ráfagas que el enfoque clásico omitió.
Los nuevos hallazgos añaden información importante a su comportamiento; de acuerdo con los investigadores, los datos sugieren que los pulsos no se reciben en un patrón regular.
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Se espera que investigaciones adicionales de FRB puedan proporcionar pistas sobre si son firmas de tecnología extraterrestre o no.
Los resultados fueron aceptados para su publicación en el Astrophysical Journal.
