Un astrónomo brasilero descubrió recientemente cinco cúmulos globulares en la parte central de la Vía Láctea. Su naturaleza podría determinar los orígenes de una de las características más importantes de la galaxia: su protuberancia central.
Las galaxias grandes están rodeadas de cúmulos globulares, conjuntos esféricos de estrellas que a veces se comparan con islas alrededor de un continente. «Fueron los primeros sistemas estelares formados en el Universo temprano y pueden ser considerados verdaderos fósiles vivientes de la cual se construyeron las galaxias como la Vía Láctea», dijo el descubridor, el Dr. Camargo Denilso del Colegio Militar de Porto Alegre, Brasil.
Esto los convierte en una herramienta poderosa para estudiar la formación y evolución temprana de las galaxias, especialmente la Vía Láctea», agregó.
Los cúmulos globulares de estrellas contienen decenas y cientos de miles de estrellas, y se encuentran en la periferia de la mayoría de las galaxias. Los más familiares se encuentran en el halo de nuestra galaxia. La Vía Láctea tiene al menos 150, pero como demuestra el descubrimiento de Camargo, todavía hay más por encontrar. La galaxia Andrómeda tiene alrededor de 500, y se cree que unas 13,000 acompañan a la galaxia gigante M87.
El último hallazgo de Camargo es intrigante porque, los cúmulos globulares pueden pertenecer más al abultamiento galáctico que al halo, que se encuentra a menos de 12,000 años luz del centro de la galaxia. Sin embargo, carecen de metales como los que se encuentran en el halo.
Los cúmulos globulares Camargo
Camargo llamó a los cinco nuevos cúmulos globulares Camargo 1102, 1103, 1104, 1105 y 1106 y fueron detectadas mediante el análisis de imágenes tomadas por el telescopio espacial infrarrojo WISE y datos fotométricos de las observaciones 2MASS y Gaia-DR2.
Los grupos tienen una edad de 12.500 a 13.500 millones de años y se caracterizan por bajas metalicidades, lo que sugiere que su importancia radican en que se formaron en las etapas iniciales de la formación de la Vía Láctea, antes de que se enriqueciera con elementos pesados formados durante la nucleosíntesis estelar.
El cúmulo Camargo 1102 está ubicado sobre el puente galáctico en el lado opuesto de la Vía Láctea, a unos 27.000 años luz de la Tierra y a unos 2.800 años luz del centro de la Vía Láctea. Cuatro cúmulos están a una distancia de 14.700 a 18.900 años luz de la Tierra, y están mucho más cerca del plano del disco galáctico que Camargo 1102, pero mucho más lejos del centro de la galaxia (unos 17.000 años luz). En el futuro, se planea realizar estudios más detallados de estos objetos utilizando grandes telescopios terrestres, como el VLT.
Por otro lado, una estructura galáctica que recuerda a las matrioskas servirá para entender la evolución interna de las galaxias y cómo se alimentan los agujeros negros supermasivos que habitan en su centro. La galaxia en cuestión, NGC 1291, contiene una estructura en forma de muñeca rusa compuesta por dos barras estelares, con un patrón que se repite en la parte externa e interna de la galaxia.
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«Una fracción significativa de estos hallazgos son grupos estelares escasamente poblados». «Lo que puede sugerir que muchas estrellas de poca masa como nuestro Sol nacen en pequeños grupos estelares o de manera aislada, en lugar de grupos clásicos populosos», dijo Camargo.
La investigación fue publicada en la revista The Astrophysical Journal.