Los vampiros energéticos incluyen dos tipos: humanos y entidades astrales sobrenaturales. Ambos succionarían nuestra energía, haciéndonos sentir aletargados y deprimidos.
En un pensamiento metafísico, los vampiros energéticos estarían en todos lados, alimentándose de la llamada «fuerza de vida» o energía vital. Serían personas negativas, con actitudes «tóxicas» que nos harían sentir desgastados, malhumorados o hasta con síntomas de depresión. También se ha hablado de entidades sobrenaturales que afectarían al ser humano de una forma vital.
La idea principal es que el ser humano (y demás seres vivos) seríamos seres energéticos, con nuestro cuerpo y consciencia formada por partículas en estado de vibración. Podría ser la misma aura o el hipotético campo electromagnético humano. Esta energía ha sido conocida como fuerza de vida, prana y chi, en varias culturas.
Vampiros energéticos humanos
Las personas que serían vampiros energéticos harían sentir mal a otros, con comentarios y actitud negativos. Entre sus características más usuales están: arrogancia, actitud dominante, voluntad fuerte. También pueden ser malhumorados y quejumbrosos. Muchas veces no serían malas personas en sí, solamente que se habrían vuelto muy negativos y hasta no estarían conscientes de su actitud «tóxica».
Esta gente generaría cansancio, nerviosismo, malhumor o aversión. El cansancio se genera por la succión de energía, además de otros síntomas físicos como dolores de cabeza.
El problema de ellos sería una perturbación en su fuerza de vida o chi, no la mantendrían a niveles saludables, así que por eso buscarían como «parasitar», consciente o inconscientemente. También se piensa que podrían estar bajo influencia de entidades espirituales o extradimensionales, como los llamados seres de «bajo astral».
Entidades de dimensiones espirituales
El filósofo Rudolph Steiner, escribió sobre estos seres espirituales malignos:
Hay seres en los reinos espirituales para quienes la ansiedad y el miedo que emanan de los seres humanos ofrecen un alimento (…) Para aquellos que están familiarizados con este fenómeno, es una realidad. Si el miedo y la ansiedad irradian de las personas y estallan en pánico, entonces estas criaturas se nutren y se vuelven más y más poderosas. Estos seres son hostiles hacia la humanidad.
Entre estos entes estarían los demonios, como los llamados íncubos y súcubos. Muchos testimonios han descrito ataques de demonios a la hora de dormir, como en momentos de parálisis del sueño. La finalidad sería alimentarse de la energía negativa emanada del pánico de la víctima.
¿Cómo combatir o protegerse de estos vampiros energéticos?
Lo mejor es meditar diariamente: realizar técnicas de relajación y enfocarse en pensamientos positivos. Practicar la visualización mental de escenarios plácidos (como bosques o ríos). Esto fortalece el campo de energía vital.
Con una persona tóxica, funcionaría cruzar los brazos, ya que serviría de escudo. Asimismo, una acción simple como sonreírle lo haría retroceder o incluso reducir su baja vibración (hasta ayudarle). Sonreír transmite una vibración positiva.
Repetir frases o afirmaciones en su presencia. Frases como: «soy un ser vibrante, lleno de luz positiva», «nada puede abatirme».
Otra forma para protegerse es mantener una pieza de cristal de cuarzo con uno mismo. También se pueden hacer rituales sencillos de «limpieza energética», como quemar salvia o incienso en el espacio propio. Esto, además, repele a parásitos espirituales.
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¿Será real este fenómeno de vampiros energéticos? La experiencia descrita con personas especialmente negativas sí se percibe como real. Los psicólogos sí utilizan este término (de una forma metafórica). Su lado espiritual es más difícil de verificar. Muchas personas han podido ver a esas entidades, junto con la sensación de ser debilitadas.
Referencias: MysteriousUniverse / SoulHealer / PowerOfPositivity.
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Don Erick Nielssen interesante su articulo y de mucha ayuda personal y espiritual estoy mas que agradecido y le saludo desde Chile.
Gracias por leernos Jorge. Saludos cordiales!