Un jurado de Missouri ha ordenado a Johnson & Johnson a pagar una indemnización de 72 millones de dólares a la familia de Jackie Fox, de 62 años de edad, mujer de Alabama que murió en octubre de 2015, y cuyo talco en polvo para bebés de uso diario ha sido culpado de su cáncer de ovario terminal.
El caso es parte de un conjunto más amplio de reclamaciones ya que, según argumentan los abogados, durante décadas, Johnson & Johnson no advirtió adecuadamente a sus clientes de la posible relación entre los productos a base de talco y ciertos tipos de cáncer. Alrededor de 1.000 casos ha sido presentada en la corte del estado de Missouri, y otros 200 en Nueva Jersey.
El fallo, que fue anunciado el lunes, llegó a termino luego de un juicio de tres semanas, y que sentaría un precedente muy peligroso para Johnson & Johnson. Pero, a juzgar por la falta de evidencia científica que vincula el talco con el cáncer, la compañía podría apelar el veredicto.
En primer lugar, un par de las piezas acusatorias del abogado de Fox argumentan que, el año pasado, Johnson & Johnson cambió su formulación para eliminar dos productos químicos potencialmente peligrosos de sus productos de higiene personal. Después de tres años de peticiones, la publicidad negativa y una amenaza de boicot, la compañía acordó en 2012, eliminar dichos ingredientes.
Y luego, hay un memorando interno enviado por un asesor médico de Johnson & Johnson en septiembre de 1997, que informaba: “Nadie niega [los] riesgos entre el uso de talco para la higiene y el cáncer de ovario, éstos serían percibidos públicamente en la misma luz que los que negaron un vínculo entre fumar cigarrillos y el cáncer:” Según el consultor, se trataba de un caso de “negar lo obvio teniendo toda la evidencia sobre lo contrario”.
Pero desde la perspectiva de Johnson & Johnson, el veredicto “va en contra de décadas de ciencia seria, que demuestran la seguridad de talco como ingrediente cosmético en múltiples productos”, dice la portavoz Carol Goodrich , citando las décadas de investigaciones concluyentes efectuadas por la FDA -Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU-, y por el Instituto Nacional del cáncer, en la relación entre talco y el cáncer.
Entonces, ¿qué es el talco? En su forma natural, talco a veces puede contener asbesto – un conocido carcinógeno. En consecuencia, desde 1973, todos los productos de talco en los Estados Unidos han sido requeridos por la ley para incluir sólo talco sin amianto. Sin embargo, todavía hay dudas acerca de si el talco sin amianto también aumenta el riesgo de cáncer de una persona, sobre todo si se aplica regularmente a la zona genital durante muchos años, como fue el caso con Jackie Fox.
Se han realizado una gran cantidad de investigaciones para encontrar evidencia de una posible relación, y hasta ahora los resultados han sido inconsistentes y frustrantes.
Y aunque aun más evidencia ha salido a la luz, la pregunta ahora debería ser si ¿las compañías están obligadas a advertir a los clientes sobre los productos químicos potencialmente cancerígenos en sus productos? El jurado en el caso de Jackie Fox parecía pensar que sí. “Este caso era claramente un referente, y claramente el jurado ha visto la evidencia y lo encontró convincente”. Pero Williams, uno de los abogados de la empresa, dijo que varias agencias gubernamentales de Estados Unidos rechazaron la obligación de poner etiquetas de advertencia sanitaria en productos que incluyen talco.
Durante el juicio, uno de los abogados de la acusación, Allen Smith, mostró al jurado estudios realizados por Daniel Cramer, profesor de la Universidad de Harvard, el último de los cuales fue publicado en diciembre. En ese estudio se concluía que el talco está asociado con un aumento del 33 % en el riesgo de cáncer de ovarios.
“La empresa conocía todos estos estudios, desde hace 30 o 40 años”, le dijo Smith al jurado. La familia no declara que el talco fue la única causa del cáncer, sino que fue un “factor contributivo”, dijo Smith, según un reporte publicado por Bloomberg.
El caso de Fox es uno de varias decenas de mujeres que pusieron una denuncia contra la empresa en los tribunales de St. Louis en el 2014 y fue seleccionado el primero para ir a juicio.
“Este caso es pionero y claramente el jurado ha visto las pruebas y las ha encontrado convincentes”, dijo la profesora de Derecho de la Universidad de Stanford Nora Freeman Engstrom. “El jurado se consternó ante el comportamiento de la compañía”, añadió.
Aunque dijo que es probable que la indemnización final sea menor tras el proceso de apelación.
También puede interesarte: Inteligencia de EE.UU. teme que tecnología genética sea usada como arma de destrucción masiva.
Por otro lado, la Organización de apoyo a la investigación contra el cáncer de Reino Unido, Cancer Research, cree que la evidencia de un vínculo entre el uso del talco y el cáncer de ovarios es “todavía incierta” y argumentó que incluso si el uso de talco aumenta en un tercio el riesgo de cáncer de ovarios, “para ponerlo en contexto, fumar y beber aumenta el riesgo de cáncer de esófago unas 30 veces”.
“El cáncer de ovario es una enfermedad rara y un aumento de un tercio de un riesgo pequeño da un riesgo general pequeño”.
Considero que aunque sea tildado como «pequeño» no debe ser ignorado. Y tu, ¿que opinas respecto a este caso?
