Un equipo de científicos dirigidos por el instituto Max Planck de Biología del Envejecimiento, de Alemania, ha desarrollado un análisis de sangre que podría predecir sus posibilidades de muerte en los próximos años.
Los científicos encontraron 14 biomarcadores en la sangre que se asocian independientemente con la muerte en personas de todas las edades. Con este conocimiento, hicieron predicciones sobre el riesgo de muerte de una persona dentro de los próximos 5 a 10 años, con un 83% de exactitud. Sus predicciones demostraron ser considerablemente más precisas que las realizadas a través de métodos convencionales, como medir la presión arterial y el colesterol.
«Como investigadores sobre el envejecimiento, estamos interesados en determinar la edad biológica. La edad del calendario simplemente no dice mucho sobre el estado general de salud de las personas mayores: una persona de 70 años está sana, mientras que otra ya puede estar sufriendo de tres enfermedades», dijo en un comunicado la directora del estudio, la profesora Eline Slagboom.
«Ahora tenemos un conjunto de biomarcadores que pueden ayudar a identificar a las personas más vulnerables, que posteriormente podrían ser tratadas».
La investigación
El equipo estudió los biomarcadores metabólicos encontrados en la sangre de 44,000 personas de 18 a 109 años en toda Europa, involucrados en varios procesos fisiológicos.
Se analizaron 14 factores que parecen determinar el riesgo de muerte, como ciertos niveles de aminoácidos y de colesterol «bueno» y «malo», desequilibrios de ácidos grasos, inflamación, respuesta inmune general y control de glucosa, informa un comunicado del instituto Max Planck.
Luego, llevaron a cabo un estudio de seguimiento con los mismos participantes, que varió de 3 a 17 años (tiempo durante el cual murieron más de 5.500 participantes), y buscó averiguar cómo la presencia de los diferentes biomarcadores se asociaba con el riesgo de mortalidad. Las predicciones resultaron ser más precisas que las realizadas por otros métodos convencionales.
«En este nuevo estudio, varios de los marcadores están validados e implicados en la mortalidad a largo plazo y los autores sugieren que podría haber más», dijo la Dra. Amanda Heslegrave, una investigadora en el Instituto de Investigación de Demencia del University College de Londres.
Sin embargo, como reconocen los propios investigadores, se necesita realizar más trabajo antes de que esta investigación tenga usos prácticos reales. Por un lado, el estudio examinó principalmente a los europeos, por lo que no está claro qué tan definitivamente se pueden aplicar los mismos resultados a otros grupos étnicos; pero sí ser muy útil, por ejemplo, para la evaluación de la eficacia de algún nuevo fármaco, al comparar una tasa de mortalidad referencial para los ancianos.
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Aunque predecir las posibilidades de morir puede sonar un poco morboso, también podría usarse para ayudar a las personas tomar mejores decisiones de estilo de vida, tratar potenciales enfermedades o guiar tratamientos que ya podrían estar recibiendo.
La investigación ha sido publicada en la revista Nature Communications.