Quetzalcóatl: un sabio y pacífico dios asociado al planeta Venus o la Estrella del alba. Visto como hombre blanco que cambiaba de forma.
El dios azteca fue una presencia positiva en la sociedad mesoamericana y también tenía habilidades extraordinarias. Podía cambiar de forma, ya que fue visto como un hombre blanco y en su forma alienígena híbrida de Serpiente emplumada. Se desplazaba de la Tierra hacia el cielo y por eso podría considerarse como un viajero extraterrestre.
Fue conocido desde los años 800 a. C., incluso desde la época de los olmecas. Su nombre en náhuatl significa quetzal (el pájaro verde) y coátl o serpiente. Fue el dios del aire, del viento y del conocimiento. Su forma clásica es la de la serpiente con plumas, un ser reptiliano espeluznante, pero también tomaba forma humana.
Quetzalcóatl: un dios pacífico con muchos conocimientos
Su forma humana se describió como la de un hombre blanco con barba. El historiador español, Juan de Torquemada, lo identificó como una «persona misteriosa» y un «hombre blanco vigoroso». También lo notó más humanista y pacífico que otros dioses mayas y aztecas; hasta condenaba los sacrificios humanos, que eran usuales en la América precolombina.
La contraparte de Quetzalcóatl para los mayas es Kukulkán, la misma Serpiente emplumada. Kukulkán, al igual que el dios azteca, le habría enseñado grandes conocimientos a los mayas, en los campos de la agricultura, medicina, matemáticas y astronomía. Esto le hace honor a ser una deidad que imparte conocimiento.
De acuerdo a los toltecas, un hombre blanco llegó a Tollan, la mítica ciudad que llegó a ser gobernada por Quetzalcoátl. Este hombre tenía una gran conocimiento, el llamado «Toltecayótl» que compartió con los habitantes mesoamericanos.
Ese hombre era Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, un personaje histórico (no mítico), sacerdote-rey considerado como el «cuarto paso de la serpiente emplumada». Este rey estableció una sociedad pacífica, de enseñanzas y proliferación artística. Lo funesto es que él desapareció en el año 947 en las costas del Golfo de México (cerca de Coatzacoalcos). La leyenda dice que se incineró a sí mismo y se convirtió en el planeta Venus (¿fue ésto un viaje espacial hacia Venus?).
El libro Las huellas de los dioses, de Graham Hancock, también dice que los mayas representaron a Kukulcán como un hombre blanco que vino del Océano Atlántico, navegando sobre una balsa que se movía sin remos. Se dice que le enseñó a la gente a construir casas y a cocinar con fuego. También calmó conflictos entre los indígenas y promovió la paz.
Semejanza a supuestos seres extraterrestres
Algo intrigante es que esta deidad se asemeja a las descripciones de algunos supuestos seres alienígenas, principalmente los que son considerados como «benévolos» y que han hecho contacto telepáticamente con seres humanos. Uno de los alienígenas similares son los llamados «Aviares azules», entidades extradimensionales que habrían visitado a la humanidad desde hace milenios.
En muchas culturas antiguas se habla de seres misteriosos del espacio exterior que funcionaron como «guías» para la humanidad. El origen del dios azteca se relaciona a tierras desconocidas más allá del Océano Atlántico, además del planeta Venus. Su capacidad de viajar hacia los cielos presenta una cualidad de astronauta. ¿Habrá sido Quetzalcóatl un dios extraterrestre?.
Referencias: Collective-Evolution / MexicoDesconocido / HablemosDeMitologias.
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