Durante el 2020 se ha registrado el agujero en la capa de ozono sobre la Antártida como uno de los más grandes y profundos registrado en los últimos años.
Según anunció la Organización Meteorológica Mundial (OMM) el agujero creció rápidamente desde mediados de agosto y alcanzó su punto máximo a principios de octubre extendiéndose por aproximadamente 24 millones de kilómetros cuadrados.
Estas cifras se encuentran por encima de la media documentada durante los últimos 10 años. De acuerdo al programa de Vigilancia de la Atmósfera Global de la OMM, fue impulsado por un vórtice polar fuerte, estable y frío, que mantuvo la temperatura de la capa de ozono sobre la Antártida constantemente fría.
The #ozone hole over the #Antarctic is one of the largest and deepest in recent years, per @CopernicusECMWF, @NASAEarth, @environmentca and WMO’s Global Atmosphere Watch network.
Analyses show the hole has reached its maximum size for the year.
Details https://t.co/QjU9BqIhcZ pic.twitter.com/dc4dGQK4rA— World Meteorological Organization (@WMO) October 6, 2020
El agotamiento del ozono está directamente relacionado con la temperatura en la estratosfera, ya que las nubes estratosféricas polares solo se forman a temperaturas inferiores a -78 grados Celsius. Las nubes estratosféricas polares contienen cristales de hielo que pueden convertir compuestos no reactivos en reactivos, un papel importante en la destrucción química del ozono.
Esto se produjo después de que el sol se intensificara al Polo Sur en las últimas semanas y la radiación solar encendió las reacciones químicas, según la OMM.
Vincent-Henri Peuch, Director del Servicio Copérnico de Monitoreo de la Atmósfera del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio, aseguró que, tras el inusualmente pequeño y breve agujero de la capa de ozono registrado el año pasado, las condiciones climáticas de 2020 han provocado un agujero de grandes dimensiones, similares al de 2018.
⚠ The annually occurring ozone hole over the Antarctic has reached its maximum size and is one of the “largest and deepest” in recent years.
– @CopernicusECMWF @NASAEarth @environmentca via @WMOhttps://t.co/c95up3yimZ pic.twitter.com/hHE5lBY6tL
— International Science Council (@ISC) October 6, 2020
Peuch subrayó la importancia de hacer cumplir el Protocolo de Montreal adoptado en 1987, y ratificado universalmente, el cual busca eliminar el uso y las emisiones de sustancias químicas que agotan la capa de ozono.
La última evaluación científica del agotamiento del ozono del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la OMM, publicada en 2018, gracias a las medidas adoptadas globalmente la capa de ozono ha comenzado a recuperarse y podría alcanzar los niveles anteriores a 1980 para el año 2060.
Cabe recordar que la capa de ozono protege al planeta Tierra de los efectos adversos de la radiación ultravioleta procedente del Sol, por lo que de agotarse existiría una mayor incidencia de cáncer de piel y cataratas oculares, así como afectaciones a los sistemas inmunológicos. Del mismo modo, tendría efectos negativos en las cuencas hidrográficas, las tierras agrícolas y los bosques.