Un antiguo muro decorado con relieves, perteneciente a la civilización Caral, la más antigua de América, fue descubierto por arqueólogos según informó el jueves la agencia peruana de noticias Andina.
La escena del mural tiene aproximadamente 3.800 años de antigüedad y presenta cuatro cabezas humanas de ojos cerrados, una al lado de la otra, y dos serpientes que se desplazan entre ellas hasta desembocar en una quinta cabeza no humana que representaría una semilla antropomórfica, de la que salen cinco varillas verticales hincadas en la tierra.
Con un metro (3.2 pies) de alto y 2.8 metros de largo, el mural fue descubierto en el sitio arqueológico costero de Vichama, a 110 kilómetros (68 millas) al norte de la capital de Perú, Lima.
Estos relieves simbolizarían la fertilización de la tierra, pues la serpientes representan a una deidad vinculada al agua que se filtra en la tierra y hace germinar a la semilla, según la hipótesis de Ruth Shady, directora de la Zona Arqueológica Caral. Asimismo, marcarían el final de un período de sequía y hambruna que atravesó esta sociedad y que plasmó en los relieves de otros muros descubiertos anteriormente en la misma ciudad, donde se pueden apreciar figuras humanas raquíticas.
Vichama es uno de los puntos de excavación de la civilización Caral recientemente descubierta, también conocida como Norte Chico, y ha sido explorado por arqueólogos desde 2007.
Este nuevo descubrimiento refuerza el planteamiento de plasmar en la memoria colectiva las dificultades que afrontó la sociedad debido al cambio climático y a la escasez del agua, que causó fuertes afectaciones a la productividad agrícola.
La civilización Caral tiene 5.000 años de antigüedad, lo que la convierte en la civilización más antigua de América, y floreció al mismo tiempo que las prósperas civilizaciones de Mesopotamia, Egipto y China. La gente de Caral vivía en el valle de Supe a lo largo de la costa norte central de Perú.