Un equipo internacional de astrónomos dirigido por Shivani Bhandari, astrónomo de CSIRO, la Agencia Científica Nacional de Australia, ha logrado un avance crucial al acercarse a la ubicación precisa de cuatro señales extrañas y potentes del espacio profundo, llamadas ráfagas rápidas de radio (FRB, por sus siglas en inglés).
El descubrimiento fue posible mediante el uso de un detector transitorio especialmente diseñado en el radiotelescopio ASKAP de CSIRO en el oeste de Australia.
Los astrónomos descubrieron que estas rápidas ráfagas de radio provenían de las afueras de sus galaxias de origen.
«Este primer estudio detallado de las galaxias que albergan ráfagas de radio rápidas descarta varias de las teorías más extremas presentadas para explicar sus orígenes, acercándonos a conocer su verdadera naturaleza», dijo Bhandari.
Cómo descubrieron de dónde provienen estas señales
Mediante el uso del telescopio australiano de matriz de kilómetros cuadrados Array Pathfinder (ASKAP), se rastrearon las ráfagas de radio rápidas hasta sus galaxias anfitrionas.
El equipo estudió de dónde provienen FRB 180924, FRB 181112, FRB 190102 y FRB 19060. Una posición muy precisa solo era posible para dos de ellas, pero las cuatro señales permitieron a los investigadores establecer algunas restricciones importantes sobre lo que no es la fuente de FRB, lo que significa que podían descartarlas y, con suerte, reducir lo que pueden ser.
Asimismo, realizaron observaciones de seguimiento utilizando algunos de los telescopios ópticos más grandes del mundo, incluidos Gemini South, Very Large Telescope de ESO, Magellan Baade, Keck Cosmic Web Imager (KCWI) y el LCOGT-1m.
Aunque las cuatro FRB provienen de tres o cuatro mil millones de años luz de distancia, se descubrió que provienen de galaxias masivas que están formando nuevas estrellas a un ritmo modesto, al igual que nuestra propia Vía Láctea.
«Posicionar las fuentes de ráfagas rápidas de radio es un gran logro técnico y mueve el campo enormemente. Puede que aún no tengamos claro exactamente qué está sucediendo, pero ahora, por fin, se están descartando opciones. Este es un trabajo muy significativo, investigado a fondo y bien escrito», dijo la astrónoma Jocelyn Bell Burnell.
Opciones descartadas
Los datos sugieren que estas emisiones cósmicas no se deben a agujeros negros supermasivos en el núcleo de las galaxias. También es poco probable que sean causadas por supernovas muy potentes, ya que estas apenas se encuentran en galaxias masivas, como los anfitriones de estas cuatro FRB.
El equipo también excluye explicaciones más extravagantes como cadenas cósmicas, hipotéticas y peculiares reliquias de eventos que ocurrieron una fracción de segundo después del Big Bang.
El misterio de las FRB
Las señales provenientes del Universo son captadas continuamente, algunas tienen un origen claro pero otras, resultan misteriosas y aun con la tecnología actual los científicos no son capaces de determinar su origen y causa. De todas las, señales espaciales, sin duda, las más intrigantes son las FRB.
Las FRB duran milisegundos y parecen provenir del espacio profundo. Son extremadamente impredecibles, a pesar de que algunas liberan más energía que 500 millones de soles. Debido a que son de corta duración y no parecen tener un patrón, encontrar de dónde vinieron y qué las produjo ha sido en gran medida un misterio.
Las primeras FRB fueron descubiertas hace más de una década. Desde entonces, los científicos han estado tratando de averiguar qué las está causando.
La investigación ha sido publicada en The Astrophysical Journal Letters.