Aumento inesperado de las emisiones mundiales de CFC continúa destruyendo la capa de ozono

Situada en lo alto de la estratosfera del planeta, la capa de ozono es una región especial que ayuda a proteger a la Tierra de la dañina radiación ultravioleta proveniente del sol.

Los científicos notaron por primera vez que parecía adelgazarse sobre la Antártida en la década de 1980, una tendencia preocupante que estaba siendo alimentada por la presencia de ciertos químicos en aerosoles para el cabello, refrigeradores, sistemas de aire acondicionado y otros productos que contienen clorofluorocarbonos (CFC).

El descubrimiento de que estos productos químicos fueron responsables del agotamiento de la capa de ozono condujo a una reducción significativa en la fabricación y el uso de CFC con la esperanza de que esto ralentizaría o incluso revertiría el daño que habían causado.

Ahora bien, más de 30 años después, los científicos han detectado un aumento inexplicable en los niveles atmosféricos de CFC-11, lo que sugiere que alguien, en algún lugar todavía lo está produciendo.

El CFC-11 es comúnmente utilizado en refrigerantes, aerosoles y poliestireno viejo.

Se cree que la fabricación ilegal del producto químico en el este de Asia es la principal responsable.

Stephen Montzka, químico investigador de NOAA y autor principal del estudio, dijo en un comunicado:

«Es la observación más sorprendente e inesperada que he hecho en mis 27 años. Las emisiones de hoy son casi las mismas que hace casi 20 años».

«Los [hallazgos] apuntan bastante en esa dirección, definitivamente», dijo el Dr. Montzka. «Estamos haciendo las mediciones desde muy lejos de estas regiones y creo que la especificidad vendrá una vez que la gente en esa región mire cuidadosamente sus medidas y publique sus resultados».

A lo cual agregó: «Cualquier producción de un gas que destruya la capa de ozono que esté controlado por el Protocolo de Montreal debe ser informada a la Secretaría de la Ozono y, actualmente, la producción mundial es esencialmente cero». «No sabemos de producción incluso para productos intermedios o secundarios».

Según el Protocolo de Montreal, que finalizó en el año 1987, se propuso eliminar la producción de CFC en el mundo. El CFC-11, es uno de los productos químicos prohibidos, es el segundo gas más abundante que agota el ozono, comúnmente utilizado en refrigerantes, aerosoles y poliestireno viejo. El Protocolo de Montreal acordó que el mundo eliminaría progresivamente el CFC-11, terminando así su producción en 2010.

El estudio ha sido realizado por investigadores de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) y se encuentra publicado en la revista Nature.

 

Por: Andrea González para MysteryScience.net

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