Scout, un perro labrador de Whidbey Island, Washington, de 8 meses de edad desenterró un diente de mamut lanudo fosilizado de 13,000 años.
Según lo informado por la agencia de noticias Komo News en Seattle, el propietario Kirk Lacewell notó que Scout llevaba algo en la boca después de cavar un hoyo poco profundo en el patio trasero. Creyendo que era una roca, o tal vez algo de madera petrificada, Lacewell dejó que su nueva mascota disfrutara el objeto sin pensarlo mucho.
Pero cuando el perro parecía tan enamorado del artículo al día siguiente, Lacewell decidió echar un vistazo más de cerca. Después de lavar y secar el hallazgo de Scout, se dio cuenta de que se parecía mucho a un hueso.
Puppy digs up 13,000-year-old mammoth tooth https://t.co/XuoEGF0qh5 pic.twitter.com/V4CrlMDWFY
— FGTNews (@OfficialFGTNews) 3 de diciembre de 2018
Incierto, envió fotos a los paleontólogos en el Museo Burke de la Universidad de Washington. Los científicos acordaron rápidamente el origen del objeto y estimaron su edad.
«[Los dientes] generalmente conservan más que otras partes del mamut», dijo Andrea Godinez, directora de mercadotecnia del Burke Museum a Komo News. A juzgar por la cantidad de fósiles descubiertos, la isla de Whidbey fue el hogar de una gran población de mamuts lanudos antes de que la especie se extinguiera al final de la última Edad de Hielo, hace aproximadamente 11,000 años.
Aproximadamente 5.000 años antes de eso, las temperaturas más cálidas de la Tierra hicieron que la capa de hielo de la cordillera en el estrecho de Puget retrocediera hacia el norte, lo que esculpió a la isla en su forma actual.
Debido a que los fósiles de mamut no son raros, el museo no intentó adquirirlos para su estudio o exhibición pública. Sin embargo, incluso si el fósil no es extraordinario, tenemos que admitir que las circunstancias de su excavación sí lo son.
«No recuerdo un momento en que un perro ayudara a descubrir un fósil», dijo Godinez. Parecen ser mejores en la búsqueda de tesoros.
Lacewell ha puesto el diente en su sala de estar, un lugar de honor que está convenientemente fuera del alcance del perro.
