El 26 de abril de 1986, el defectuoso diseño del reactor que fue operado con personal inadecuadamente capacitado desencadenó una terrible explosión, matando a 30 personas en la Central Nuclear de Chernobyl.
La explosión de vapor y fuego liberó el 5 por ciento del núcleo del reactor radiactivo a la atmósfera, según algunas estimaciones, hasta el 75 por ciento de Europa se vio afectada por las consecuencias, y los vecinos: Bielorrusia y Rusia fueron los más afectados.
Aprovechar el terreno
32 años después, el sitio del desastre nuclear más catastrófico del mundo está a punto de recibir una importante renovación, y la idea de utilizar el terreno de Chernobyl para generar energía de bajo mantenimiento resultó atractiva.
El pasado viernes fue el lanzamiento de un parque de paneles fotovoltaicos en la antigua planta de energía de Chernobyl. Se mostraron miles de nuevos paneles solares construidos en la zona de exclusión radiactiva de Chernobyl en un intento por hacer la transición de la red de energía de Ucrania a más fuentes renovables.
Unos 3,800 paneles solares habitan ahora en el área contaminada de 1,6 hectáreas, en su mayoría inhabitables, que producirá suficiente energía para abastecer a 2,000 apartamentos. A un costo de 1 millón de euros (1.2 millones de dólares), la compañía alemana de energía limpia Enerparc AG y la firma de ingeniería ucraniana Rodina Energy Group Ltd., dicen que planean invertir otros 99 millones de euros para producir unos 100 megavatios.
El plan se anunció por primera vez en 2016 y la construcción comenzó a principios de este año. Ucrania está trabajando para diversificar su generación eléctrica después de haber dejado de comprar gas natural de Rusia.
Precauciones
Las autoridades aseguran que la tierra actualmente sí puede ser aprovechada para propósitos energéticos y que se han tomado precauciones.
Por ejemplo, los paneles están fijados sobre bloques de concreto en lugar de colocarlos directamente sobre el suelo ya que la perforación, la excavación o el movimiento de la tierra en el área están prohibidos.
«No podemos vivir aquí pero sí podemos trabajar», le dijo a la BBC el ingeniero Oleksandr Kobyak. «Podemos trabajar igual que se trabaja en una mina o en el desierto».
La planta solar está ubicada a corta distancia de la antigua central eléctrica responsable de la fusión de 1986, que se encuentra ahora bajo un domo de metal y hormigón para contener fugas tóxicas y que, según las autoridades, limita la liberación de radiación persistente en el ambiente y la atmósfera.
La explosión fue 10 veces mayor que la de las bombas nucleares lanzadas sobre Hiroshima, por lo que, las 1,000 millas cuadradas circundantes no pueden ser ocupadas de manera segura por los humanos por otros 24.000 años. A pesar de ello, en 2011 Chernobyl fue declarada oficialmente una atracción turística.