Las autoridades chinas se han comprometido a construir un nuevo hospital de 1.000 camas en tiempo récord para tratar a los cientos de afectados por el coronavirus en Wuhan.
El hospital, construido específicamente para contener y tratar el virus, será una estructura prefabricada en un área de 25.000 metros cuadrados, cuya finalización está programada para el 3 de febrero.
La construcción del nuevo centro hospitalario busca «abordar la insuficiencia de los recursos médicos existentes», explicaron las autoridades de Wuhan.
Este nuevo centro médico tendrá base en el sitio del hospital Xiaotangshan, cerca de Beijing, que comenzó como un recinto de campaña de 1.000 camas durante el brote de SARS en 2002-2003, que mató a unas 800 personas.
Con las nuevas instalaciones se pretende aliviar la presión sobre el resto de los hospitales de Wuhan, ya completamente desbordados por la epidemia: los principales centros de atención de salud pidieron hoy públicamente donaciones de todo tipo de material protector, desde mascarillas desechables a lentes y batas quirúrgicas.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud no declaró una emergencia mundial, una decisión que habría supuesto más fondos y recursos para luchar contra la enfermedad, pero también posibles restricciones comerciales y de viaje, así como otros daños económicos.
Hasta el momento, el coronavirus mató a 28 personas, ha infectado a más de 800 y provocó el aislamiento sin precedentes de varias ciudades durante las celebraciones del Año Nuevo Lunar, el feriado nacional más importante del año.
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