La tecnología ha puesto en manos de la ciencia herramientas realmente útiles, para hacer grandes descubrimientos científicos en estos últimos años. Quizá uno de los más relevantes sea el hallazgo de restos fósiles que corresponden a un bosque tropical que existió en la Antártida, hace más de 90 millones de años.
Por increíble que parezca, el lugar inhóspito que conocemos hoy día, en algún momento fue un frondoso bosque tropical. Sus características serían similares a los que se hallan en Nueva Zelanda, así lo demuestran las pruebas recabadas de unos sedimentos extraídos del lecho marítimo.
Pruebas concluyentes
El trabajo de investigación fue llevado a cabo en conjunto por investigadores de Alemania y Reino Unido. Utilizando equipos y recursos de última generación, lograron la extracción de material orgánico, así como de esporas y polen. El análisis de estos elementos permitió recrear el clima y la vegetación que poseía la Antártida 90 millones de años atrás.
El polen, aunque fosilizado, se encontraba en buen estado para analizarlo, lo mismo que los restos de las plantas. El material que fue objeto de estudio, se recabo de un sedimento depositado muy cerca del Polo Sur, perteneciente al periodo Cretácico.
De acuerdo con los resultados obtenidos por los científicos, los residuos de las vegetales muestran que, en esa era la costa de la Antártida Occidental era un bosque pantanoso y templado. Además, el continente contaba con un clima cálido en el periodo de la prehistoria.
Datos muy relevantes
El minucioso estudio, también reveló que la temperatura promedio anual del aire podría estar alrededor de los 12º centígrados, pero que en verano pudiera incrementarse hasta los 20º. Mientras que la temperatura de los pantanos y las aguas de los ríos, estarían en 20º centígrados aproximadamente.
Esta investigación pone de manifiesto unas condiciones climáticas muy diferentes a las que conocemos actualmente de la Antártida. Sería un lugar cálido, por donde andaban los dinosaurios antes de que quedara totalmente cubierta de hielo. ¡Un hecho que tiene bastante sentido!
Porque el estudio realizado confirma que en los últimos 140 millones de años, el periodo cretácico ha sido el más caliente en la historia del planeta. Otro dato interesante hallado por el grupo de investigadores, tiene que ver con el nivel de los océanos. Se cree que estos, tendrían un nivel que supera en 170 metros de altura a los de hoy día.
Hablan los expertos
Las cercanías del Glaciar Isla Pine, en la Antártida fue convertida en un gran centro de investigación, allí estuvieron especialistas de diversas áreas. Uno de ellos es el geólogo Jhoann Klages, quien pertenece al Centro Helmholtz de Investigación Polar y Marina de un instituto alemán llamado Alfred Wegener.
Sus declaraciones sobre este descubrimiento le han dado la vuelta al mundo y ponen de manifiesto la veracidad de los hallazgos. El comenta: «Las primeras evaluaciones las hicimos en la embarcación. Llamó nuestra atención el color inusual que encontramos en los sedimentos que extrajimos del fondo marino. Pues eran muy diferentes a los que están en las capas de arriba».
Así mismo, el experto hace referencia al buen estado de conservación que presentaban los rastros de esporas, polen y el despojo de plantas con flores. De igual forma, en los sedimentos también se encontraron una red de raíces que fueron estudiadas y arrojaron pruebas concluyentes.
Por otro lado, la profesora Tina Van de Flierdt, del Departamento de Ingeniería y Ciencias de la Tierra del Imperial College London, ofreció sus declaraciones. Ella resalta que «Los resultados que hemos obtenido de este estudio, son verdaderamente sorprendentes. En parte porque los científicos no esperaban que se tratara de un periodo tan cálido».
Un descubrimiento fascinante
Sin lugar a dudas, saber que la Antártida estuvo cubierta por una selva tropical hace más 90 millones de años, es un descubrimiento fascinante. Pensar que las grandes criaturas de la prehistoria caminaron por lo que hoy son esas enormes capas de hielo, nos llena de asombro.
Más impresionante aún son las pruebas que los confirman, pues están bien sustentadas por mentes brillantes y reconocidas de nuestra época. La recolección de las muestras, así como los análisis y la documentación de los datos son incuestionables.
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