Un equipo internacional de físicos dirigido por Benjamin Mazin, de la Universidad de Santa Bárbara, ha diseñado la que ya se conoce como «la cámara más avanzada del mundo», una poderosa herramienta que ayudará a los astrónomos a localizar planetas habitables similares a la Tierra, que se encuentren alrededor de las estrellas más cercanas.
Su nombre es «DARKNESS», que en inglés significa «oscuridad», y gracias a ella será posible visualizar planetas como nunca hasta ahora. Y lo que es más importante, también se podrá determinar la composición atmosférica de esos planetas, en busca de las sutiles huellas de la vida.
Construida gracias a la colaboración, entre otros, de Dimitri Mawet, del Instituto de Tecnología de California, y de Eugene Serabyn, del Jet Propulsion Laboratory, DARKNESS («DARK-speckle Near-infrared Energy-resolved Superconducting Spectrophotometer») es el primer espectrógrafo de campo integral de 10.000 píxeles jamás creado. Y está especialmente diseñado para superar las limitaciones de los detectores convencionales.
Mediante el empleo de detectores de inductancia cinética de microondas junto a un gran telescopio y a un avanzado sistema de óptica adaptativa, permitirá por primera vez obtener imágenes directas de planetas alrededor de estrellas cercanas.
«Hacer una foto de un exoplaneta -explica Mazin– es algo extremadamente complicado, porque la estrella es mucho más brillante que el planeta, y el planeta, además, está muy cerca de la estrella».
En un intento por superar esas barreras, DARKNESS podrá tomar el equivalente a miles de imágenes por segundo sin ningún ruido de lectura o manchas oscuras, dos de las principales fuentes de error de otros instrumentos. La cámara también tiene la capacidad de determinar la longitud de onda y el momento de llegada de cada fotón, algo muy importante para poder distinguir la tenue luz de un planeta de la claridad circundante provocada por su estrella.
«Esta tecnología -continúa Mazin- reducirá el contraste de fondo para que así podamos detectar incluso los planetas más débiles. Esperamos acercarnos al límite de ruido de los fotones, lo que nos permitirá ver planetas hasta 100 millones de veces más débiles que la estrella. En esos niveles de contraste, podremos ver algunos planetas en la luz reflejada, lo que abre todo un nuevo dominio de mundos por explorar. Lo realmente emocionante es que este es un avance tecnológico crucial para la próxima generación de telescopios».
Diseñada específicamente para el telescopio Hale de 5 metros en el Observatorio Palomar, cerca de San Diego, DARKNESS actúa a la vez como una cámara científica y como un sensor del plano focal, midiendo rápidamente la luz y enviando luego una señal a un espejo elástico que puede cambiar de forma hasta 2.000 veces por segundo. Este proceso limpia por completo la distorsión atmosférica y permite una mayor relación de contraste entre el planeta observado y su estrella.
Durante el pasado año y medio, el equipo de investigadores ha estado utilizando DARKNESS en cuatro tandas de observación para corregir todos sus posibles errores. En este mes de mayo, los científicos volverán a usar el telescopio junto a la cámara para obtener más datos de una serie de planetas prefijados y demostrar así sus progresos.
«Nuestra esperanza -afirma Mazin- es que algún día seamos capaces de construir un instrumento similar para el telescopio de treinta metros que se construirá en Mauna Kea, en Hawaii, o en la isla de la Palma. Con él, podremos obtener fotografías de planetas en las zonas habitables de estrellas cercanas de baja masa y buscar signos de vida en sus atmósferas. Ese es el objetivo a largo plazo, y DARKNESS es un paso importante para conseguirlo».
El trabajo del equipo aparece en la revista Publications of the Astronomical Society of the Pacific.
Por: Andrea González para MysteryScience.net