Un equipo de científicos que estudian el interior de nuestro planeta han encontrado estructuras previamente desconocidas debajo de su superficie.
Situadas en las profundidades del Océano Pacífico, entre el núcleo y el manto de la Tierra, estas misteriosas estructuras fueron descubiertas por científicos de la Universidad de Maryland (EE.UU.), analizando los datos sísmicos de los terremotos.
Como lo descubrieron
El hallazgo se hizo gracias a una investigación sobre el comportamiento de ondas sísmicas. El equipo utilizó el mismo algoritmo llamado Sequencer, que se aplica también para analizar galaxias distantes, ya que, cuando ocurre un terremoto, las ondas sísmicas producidas viajan miles de millas.
Uno de los aspectos más importantes de estas ondas es que sus propiedades cambian cuando pasan a través de materiales de diferentes densidades, temperaturas o composiciones.
Utilizando estaciones especiales de sismómetros en todo el mundo, los científicos pueden recoger y analizar las propiedades de estas ondas para construir una imagen de la estructura interna del planeta.
Este último descubrimiento, se centró en las ondas conocidas como ondas de corte mientras viajaban por debajo de la cuenca del Océano Pacífico.
Donde se encuentran estas estructuras
Las estructuras descubiertas se encuentra debajo de las islas Marquesas en el Pacífico Sur, que son de tipo volcánico. Además, se demostró que la estructura debajo de esas islas hawaianas es mucho más grande de lo que se creía anteriormente.
Los científicos señalaron que este hallazgo «brinda la oportunidad de comprender mejor los intrincados procesos que han permitido que nuestro planeta evolucione y cambie con el tiempo».
«Esto nos muestra que la región límite núcleo-manto tiene muchas estructuras que pueden producir estos ecos, y eso era algo de lo que no nos habíamos dado cuenta antes porque solo teníamos una visión estrecha», dijo el autor principal del estudio, Doyeon Kim.
El equipo de investigadores midió el tiempo de desplazamiento y amplitud de los ecos generados por las ondas sísmicas después de un terremoto. Gracias a estos cálculos, desarrollaron modelos de las propiedades físicas de las rocas ocultas debajo de la superficie, entre otras cosas.
Para los científicos, esto prueba que existen dos zonas «mega-ULVZ» que abarcan alrededor de 1,000 kilómetros ( 621 millas ) o más.
Las mega-ULVZ son estructuras enormes que están hechas de materiales exóticos que se remontan a los tiempos anteriores a que la Tierra tuviera una Luna. «Esto es muy interesante porque podría indicar que las mega-ULVZ son especiales y pueden albergar firmas geoquímicas primitivas que han estado relativamente sin mezclar desde la historia temprana de la Tierra», explicó Kim
Actualmente no está claro exactamente de qué se componen estas estructuras, sin embargo, un análisis adicional ayudará a mejorar nuestra comprensión del interior de la Tierra.
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El hallazgo ha sido publicado en la revista Science.
