Los científicos han detectado la presencia de oxígeno en una galaxia lejana ubicada a 13,1 billones de años luz de la tierra. Está tan lejos, que vemos a una galaxia «del pasado» cuando el universo era aún muy joven, apenas 700 millones años después del Big Bang.
El descubrimiento es la más lejana y clara señal de oxígeno en el universo que los científicos han detectado alguna vez, y podría ayudarnos a entender más acerca de una fase en el universo temprano llaman reionización cósmica.
Cuando el universo era muy joven, con unos 400.000 años, los científicos creen que el gas existía en un Estado neutral, es decir, hasta que las primeras estrellas gigantes se formaron.
Este proceso de reionización cósmica tuvo lugar hace 1 billón de años, pero los científicos todavía no comprenden completamente los fenómenos estelares que lo hicieron posible.
Si podemos encontrar más información sobre la composición química de estas galaxias muy distantes, en el universo temprano – particularmente qué elementos pesados contenían, podemos por fin tener las pistas que necesitamos para recomponer el universo temprano. Y eso significa rastrear cualquier elemento que no sea de hidrógeno o helio.
«La búsqueda de elementos pesados en el universo temprano es un enfoque esencial para explorar la actividad de formación estelar en ese período», aseguró el investigador líder Akio Inoue de Osaka Sangyo University en Japón. «El estudio de los elementos pesados también nos da una pista para entender cómo se formaron las galaxias y lo que causó la reionización cósmica».
Los astrónomos hicieron el descubrimiento utilizando el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) en Chile. La galaxia en cuestión, llamada SXDF-NB1006-2, fue descubierta por los científicos en 2012 y en el momento era la galaxia más lejana que nunca habíamos encontrado.
Antes de observar el oxígeno en el SXDF-NB1006-2, el equipo realizó simulaciones para medir la precisión con la que ALMA sería capaz de detectar el elemento. Sus observaciones directas con ALMA confirmaron los resultados, sugiriendo evidencia firme de que el oxígeno existía en el universo temprano y podría existir ahora.
Los resultados han sido publicados en Science.