Un equipo de científicos de la Universidad de Rutgers, quiere recolectar bacterias, virus y hongos llamados microbiota, para la creación de una cámara de microbiota humana global en un «Arca de Noé», con el propósito de proteger la salud de la humanidad a largo plazo.
Los investigadores la llaman «bóveda de microbiota» y la comparan con la bóveda de semillas global Svalbard escondida dentro de una montaña en una isla remota entre Noruega y el Polo Norte. En esta ocasión, quieren recopilar y enviar muestras de algunas de las poblaciones más aisladas del mundo, particularmente de América Latina y África, para luego almacenarlas en un «lugar seguro, políticamente neutral y estable» hasta que una investigación futura lo necesite.
Los científicos aseguran que la recopilación de la diversidad de microbiota del mundo «antes de que sea demasiado tarde» podría ayudar a prevenir futuras enfermedades mediante la reintroducción.
Solo de algunas poblaciones
Tal Arca de Noé de gérmenes beneficiosos se recolectaría de poblaciones humanas cuyos microbiomas no están comprometidos por los antibióticos, dietas procesadas y otros efectos nocivos de la sociedad moderna, que han contribuido a una pérdida masiva de la diversidad microbiana y un aumento de los problemas de salud. El microbioma humano incluye los billones de organismos microscópicos que viven dentro y sobre nuestros cuerpos, lo que contribuye a nuestra salud de muchas maneras.
«Estamos enfrentando una creciente crisis de salud global, que requiere que capturemos y preservemos la diversidad de la microbiota humana mientras aún existe», dijo la autora principal, Maria Gloria Dominguez-Bello, en un comunicado. «Estos microbios evolucionaron conjuntamente con los seres humanos durante cientos de milenios. Nos ayudan a digerir los alimentos, fortalecen nuestro sistema inmunológico y protegen contra los gérmenes invasores. Durante un puñado de generaciones, hemos visto una pérdida asombrosa en la diversidad microbiana relacionada con un aumento mundial inmunes y otros trastornos».
La diversidad intestinal de las tribus cazadoras-recolectoras sudamericanas es doble que la de personas sanas en los Estados Unidos. Desde el inicio de la industrialización, las personas en lugares altamente urbanizados han perdido la diversidad de la microbiota como resultado del suministro de agua altamente procesada, dietas refinadas, condiciones ambientales cambiantes y desarrollos médicos como los antibióticos y la atención postnatal modernizada. Esta pérdida «abre nichos para invasores oportunistas» que los humanos modernos alguna vez pudieron haber sido protegidos gracias a los microbiomas transmitidos a través de millones de años de evolución, y podrían explicar un aumento en enfermedades metabólicas, inmunitarias y cognitivas como la obesidad, la diabetes y el asma, alergias, y autismo.
«Esto es solo el comienzo de nuestro conocimiento sobre los impactos de vivir en un mundo industrializado. Necesitamos entender mejor qué cepas en las poblaciones humanas están disminuyendo y cuáles son las implicaciones funcionales y patológicas para estas pérdidas», escribieron los investigadores.
Las personas que no han estado expuestas a los antibióticos y otros estándares modernos de vida todavía tienen un microbioma diverso, dicen los autores. Por ejemplo, la diversidad intestinal de las tribus de cazadores-recolectores de América del Sur es doble que la de personas sanas en los Estados Unidos. Pero no se describe cómo van a recolectar las microbiotas de estos pueblos indígenas remotos. Aparte de los problemas de recolección, el equipo también deberá asegurarse de que no están introduciendo gérmenes dañinos.
Por supuesto, el equipo escribe que estos problemas se pueden mitigar a través de un mejor manejo de la forma en que usamos los antibióticos y las prácticas médicas, así como mejores hábitos alimenticios.
El estudio se encuentra publicado en la revista Science.