Según el diario “The New Yorker” en EE.UU. cada vez más millonarios se suman a la idea de que el fin de la humanidad está a punto de ocurrir e invierten parte de su fortuna para evitar compartir el destino de los menos pudientes. Uno de ellos es Steve Huffman, cofundador del sitio web Reddit, cuya riqueza se estima a 4 millones de dólares. Huffman se operó de miopía en noviembre 2015, pero, a diferencia de la gran mayoría, no lo hizo porque estuviera cansado de llevar gafas o lentes de contacto, sino para aumentar sus posibilidades de sobrevivir al fin del mundo sin depender de ellos.
Almacenar comida, agua y armas, al parecer, es absurdo. Para los que tienen dinero disponer de alimento y agua es importante pero no suficiente para sobrevivir en un mundo postapocalíptico. En la primavera de 2015 el exgerente de productos de Facebook Antonio García Martínez compró 20.000 metros cuadrados en una isla en el noroeste del Pacífico e instaló en la propiedad generadores de electricidad, paneles solares y munición. Cuando contó su idea a sus amigos y colegas, descubrió que algunos de ellos también se estaban preparando para un hipotético fin del mundo.
En comunidades de Facebook, los ‘survivalistas’ comparten consejos sobre máscaras antigas, búnkeres, sistemas de filtrado de aire y lugares que no se verán afectados por el cambio climático. Algunos tienen un helicóptero con el depósito siempre lleno, listo para despegar, otros motos y bolsas con los objetos más importantes para sus familiares. También hay quien compra monedas de oro o aprende a cazar con arco. «Si estalla una guerra civil o un terremoto destruye parte de California queremos estar preparados», asegura Tim Chang, de la empresa inversora Mayfield Fund.
En ese contexto son cada vez más populares los refugios comerciales. Uno de ellos, Survival Condo Project, es un complejo de 15 pisos situado en un antiguo almacén subterráneo de misiles nucleares en el estado de Kansas. Larry Hall compró el territorio y creó un lujoso refugio antibombas cuya reconstrucción le costó 20 millones de dólares. El complejo cuenta con 12 apartamentos que valen entre 1,5 y 3 millones de dólares. Según Hall, 11 de ellos ya han sido vendidos, y el restante se lo quedó él.
En caso de una crisis, los propietarios de los apartamentos llegarían al refugio a través de un aeropuerto ubicado a 48 kilómetros o en camiones blindados. El área donde se encuentra el complejo fue elegida por los militares por su reducida actividad sismológica. Aparte de los muros, capaces de resistir un ataque nuclear, Survival Condo Project está protegida por guardianes armados y francotiradores, y cuenta con reservas de comida y combustible para 75 personas para cinco años, un ala médica, una piscina, un cine, un gimnasio y una biblioteca, entre otras instalaciones.
¿Y cuál es el mejor lugar?
Durante la semana posterior al triunfo electoral de Donald Trump en las elecciones, más de 13.000 estadounidenses -17 veces más de lo habitual- se registraron en la agencia inmigratoria de Nueva Zelanda, un primer paso para emigrar a ese país. En realidad el flujo empezó mucho antes de la victoria de Trump: en los primeros 10 meses de 2016 ciudadanos extranjeros compraron 3.600 kilómetros cuadrados de tierras en el país oceánico, cuatro veces más que en el mismo periodo en 2015. En los ‘ratings’ globales Nueva Zelanda está entre los líderes en términos de democracia, gobierno y seguridad. El último acto terrorista tuvo lugar en 1985, cuando fue atacado un buque de Greenpeace. Según el último informe del Banco Mundial, Nueva Zelanda es el mejor país para hacer negocios.
Sin embargo, existen otras opiniones sobre el fin del mundo. «Si tuviera mil millones de dólares no compraría un búnker», señala Elli Kaplan, la directora ejecutiva del ‘startup’ Neurotrack. «Reinvertiría en la sociedad civil y en innovación civil. Creo que podemos encontrar modos más inteligentes de garantizar que no suceda ningún cataclismo», afirma Kaplan.
Por: Andrea González para MysteryScience.net