Un equipo internacional de astrónomos ha confirmado la existencia de un planeta extrasolar del tamaño de la Tierra (exo-Tierra), alrededor de la estrella más cercana al Sol. Un mundo rocoso potencialmente adecuado para la vida.
Llamado Próxima b, fue detectado por primera vez en 2016 por medio del espectrógrafo HARPS, generando una gran expectativa, ya que su masa y temperatura promedio son probablemente similares a las de la Tierra.
La confirmación
El descubrimiento de Proxima b marcó uno de los hitos más críticos en la ciencia exoplanetaria. Sin embargo, la precisión limitada de los datos de velocidad radial disponibles y la dificultad para modelar la actividad estelar requerían una confirmación más detallada.
Una colaboración de 91 científicos europeos ha proporcionado eso, marcando la primera confirmación planetaria gracias al nuevo espectógrafo ESPRESSO de la Agencia Espacial Europea (ESA).
ESPRESSO se considera el sensor de búsqueda de planetas más preciso en funcionamiento; es el sucesor de HARPS.
ESPRESSO procesa la luz recolectada por el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral para ofrecer una precisión sin precedentes en la medición de las ubicaciones de las estrellas, con el objetivo de distinguir los movimientos causados por un planeta de las erupciones estelares. La confirmación de Proxima b, y la búsqueda de cualquier otro planeta que el sistema pueda contener, fue una prioridad de este espectrógrafo.
A través de este estudio, los científicos revelaron que Proxima b, tiene una masa de 1,17 masas terrestres y se encuentra en la zona habitable de su estrella, que orbita en 11,2 días.
Proxima Centauri, la estrella que alberga al planeta Proxima b, se encuentra a 4,22 años luz, en la constelación de Centaurus.
¿Existe vida en Proxima b?
Próxima b está aproximadamente 20 veces más cerca de su estrella que la Tierra del Sol; sin embargo, la energía que recibe este planeta es bastante similar a la que recibe nuestro planeta. Esto significa que la temperatura de su superficie podría permitir que el agua esté en forma líquida en algunos lugares y, por lo tanto, permitir la vida.
Sin embargo, Proxima Centauri no es como el sol que conocemos. Como una enana roja, irradia constantemente rayos X, aproximadamente 400 veces más de lo que recibimos aquí en la Tierra.
Si hay vida en Proxima b, ha encontrado una manera de superar ese bombardeo constante. O, como sugieren los investigadores, el planeta en sí puede haber desarrollado su propia atmósfera de protección contra rayos X.
Un hallazgo extra
El equipo de astrónomos también encontró indicios en una segunda señal en los datos, pero su origen no se ha esclarecido de forma definitiva. «En caso de tratarse de la señal de un planeta, podría tener una masa inferior a un tercio de la masa de la Tierra», explica Rafael Rebolo, director del IAC y codirector del proyecto ESPRESSO.
De confirmarse esta detección, sería el planeta más pequeño jamás medido utilizando el método de velocidad radial, expresa el profesor Francesco Pepe, profesor del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Ginebra (UNIGE) y líder de ESPRESSO.
Los resultados fueron publicados en Astronomy & Astrophysics.