El reino edomita es descrito en el Génesis de la Biblia, como «los reyes que reinaron en Edom antes de que cualquier rey israelita reinara». Pero, hasta ahora, esto no había sido confirmado arqueológicamente.
Una nueva investigación de arqueólogos estadounidenses, israelíes y jordanos descubrió que las personas en diferentes sitios de Aravah producían metal utilizando las mismas técnicas estandarizadas, que mejoraron y avanzaron en paralelo, hace más de 3.000 años; esto es una señal de que había una fuerte y centralizada coordinación de la producción de cobre a grandes distancias: en otras palabras, un estado.
Cómo lo confirmaron
El estudio sobre la producción de cobre en el desierto de Arava permitió determinar que allí no había tribus nómadas, sino que se había asentado una organización centralizada y con jerarquías. Así lo determinaron las investigaciones encabezadas por Erez Ben-Yosef, de la Universidad de Tel Aviv (Israel), y Thomas Levy, de la de California, San Diego (EE.UU.).
«Una floreciente industria del cobre en Arava solo puede atribuirse a una política centralizada y jerárquica, y esto podría ajustarse a la descripción bíblica del reino edomita», dijo Ben-Yosef.
La Biblia dice que los antiguos israelitas tuvieron múltiples tratos con los edomitas vecinos, de quienes se dice que descienden de Esaú, el hermano del patriarca Jacob. Lo más prominente, se supone que fueron conquistados por David (2 Samuel 8:14) y gobernados por Salomón, quien construyó un puerto del Mar Rojo en el extremo sur del territorio Edomita, en Etzion Geber, cerca de lo que hoy es la ciudad de Eilat. (1 Reyes 9:26).
La más famosa de las antiguas minas de cobre de Edomita, Timna, toma su nombre del Génesis 36 en el que figuran los clanes de Esaú.
El cobre, utilizado en la antigüedad para producir herramientas y armas, era el recurso más valioso en el antiguo Cercano Oriente. La producción de cobre es un proceso complejo, que requiere diferentes etapas y niveles de experiencia.
Al analizar los restos de la producción de cobre, descubrieron que en diferentes sitios de la región se utilizaban las mismas técnicas, que mejoraban y avanzaban de manera conjunta, hace más de 3.000 años. Esto representa un signo de la presencia de una entidad centralizada que coordinaba las tareas, más allá de la distancia.
El análisis demostraría que el reino edomita se habría formado a mediados del siglo XI a.C.
«Nuestros resultados demuestran que sucedió antes de lo que se pensaba anteriormente y de acuerdo con la descripción bíblica», afirmó Ben-Yosef.
Influencia egipcia
Ben-Yosef dijo que una invasión egipcia puede haber cambiado los mercados y la demanda comercial de cobre. El desarrollo de las nuevas técnicas empleadas en los sitios de Faynan (Jordania) y Timna (Israel) fue asociado con la invasión egipcia liderada por el faraón Sheshonq I (llamado Shishak en la Biblia), quien saqueó Jerusalén en el siglo X a.C.
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«La eficiencia de la industria del cobre en la región estaba aumentando. Los Edomitas desarrollaron protocolos de trabajo precisos que les permitieron producir una gran cantidad de cobre con un mínimo de energía» dijo el experto.
#Archaeologists see evidence of the #biblical kingdom of Edom by evaluating ancient #copper slug from Arava desert, https://t.co/zLq08fM7O1 pic.twitter.com/qyy9vAbRZQ
— Archaeology & Arts (@archaiologia_en) 19 de septiembre de 2019
Entre los cambios que introdujeron los egipcios se incluyeron técnicas como fundir mineral de cobre a diferentes temperaturas, ajustar la proporción de minerales y metales añadidos y alterar el suministro de oxígeno a los hornos.
Tal vez los egipcios no llegaron a solo conquistar después de todo, dijo Ben-Yosef. «Egipto no destruyó, fue un catalizador para la mejora tecnológica».
No todos los días la ciencia y la arqueología encuentran la confirmación de la Biblia, este parece ser uno de los pocos casos.
La investigación sobre este hallazgo puede leerse en PLOS One.