El satélite natural de la Tierra posee presencia inequívoca de agua congelada en abundantes cantidades, más de lo que se creía hasta el momento.
La confirmación llega de parte del Observatorio Estratosférico para Astronomía Infrarroja (SOFIA), un telescopio a bordo de un avión modificado Boeing 747SP, proyecto conjunto de la agencia espacial estadounidense y el Centro Aeroespacial Alemán.
Datos inequívocos de detección han revelado, por primera vez, agua en la cara visible de la Luna. El descubrimiento indica que el agua podría estar distribuida a lo largo de la superficie y no limitada a lugares fríos y en sombra permanente, lo que puede tener implicaciones para futuras misiones humanas.
Dos estudios firmados por científicos estadounidenses, uno de los cuales señala la inequívoca detección de agua molecular (H2O) en la Luna y el otro sugiere que aproximadamente 40,000 metros cuadrados de su superficie, de los que un 40% están en el sur, tiene la capacidad de retener agua en las llamadas trampas frías.
Agua atrapada en forma estable
Hace dos años ya se habían detectado signos de hidratación en la superficie lunar, particularmente alrededor del polo Sur, que posiblemente correspondían a la presencia de agua, pero el método empleado no podía diferenciar si se trataba de agua molecular (H2O) o de hidroxiles (radicales llamados OH).
Ahora, los resultados de las observaciones, publicados en la revista Nature Astronomy, informan sobre la detección, por primera vez en la historia, de moléculas de agua en la superficie de la Luna que recibe luz solar, así como la identificación de pequeñas regiones de sombra permanente donde esta sustancia podría permanecer atrapada de forma estable.
En el caso del primer estudio, el agua fue detectada en el cráter Clavius, en el hemisferio sur de la Luna y que es visible desde nuestro planeta. Los científicos sospechan que el agua pudo haber aparecido en ese lugar a raíz del impacto de diminutos meteoritos o bien se formó mediante la interacción de partículas energéticas expulsadas del Sol.
Trampas congeladas en la Luna
Los autores del segundo trabajo aseguran que el agua se encuentra en forma de pequeños trozos de hielo conservados dentro de miles de trampas superficiales, distribuidas en un área de unos 40.000 kilómetros cuadrados alrededor de ambos polos de la Luna.
El agua de la Luna es exactamente como la de la Tierra y se podría beber, señala Paul Hayne, investigador de la Universidad de Colorado. Aunque antes habría que filtrarla, pues puede contener mercurio y otros contaminantes.
«Serían necesarias nuevas tecnologías para extraer esta agua. Podemos pensar en tractores robóticos que aren la superficie y extraigan el agua de los pequeños depósitos. Esto es algo muy distinto que tener que extraer el hielo de grandes cráteres en sombra perpetua y a kilómetros de profundidad», resalta Hayne.
Nuestro observatorio @SOFIATelescope ha detectado por primera vez agua en el lado de la Luna iluminado por el Sol. Esto indica que el agua podría estar distribuida por toda la superficie lunar, no solo en lugares fríos y en la sombra.
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La agencia espacial estadounidense sugiere que el hallazgo es de gran importancia para el programa Artemis, con el que la NASA prevé el regreso de astronautas a la Luna en el año 2024.
Los hallazgos han sido publicados en dos artículos en Nature Astronomy. Se pueden encontrar aquí y aquí.