Investigadores suizos han estudiado datos de la sonda InSight de la NASA y comprobaron algunos extraños efectos en Marte durante los eclipses solares.
Las lunas de Marte no se parecen mucho a la Luna de nuestra Tierra. Fobos, la más grande de las dos lunas marcianas, está mucho más cerca de su planeta; en comparación con la órbita de 27 días de la Luna, y gira a su alrededor tres veces en cada día marciano.
Por lo tanto, los eclipses, son mucho más frecuentes en Marte que en la Tierra.
«Sin embargo, los eclipses en Marte son más cortos, duran solo 30 segundos y nunca son eclipses totales», explicó Simon Stähler, sismólogo del Instituto de Geofísica de la Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zurich, Suiza.
Pero, incluso durante este breve tiempo, el módulo de aterrizaje Mars InSight ha registrado que sucedió algo peculiar…
La sonda InSight de la NASA, que se encuentra en la superficie de Marte y está equipada con un sismómetro, no solo registra movimientos telúricos, sino que también puede reaccionar a los eclipses solares en el planeta rojo.
«Cuando la Tierra experimenta un eclipse solar, los instrumentos pueden detectar una disminución de la temperatura y ráfagas rápidas de viento, ya que la atmósfera se enfría en un lugar en particular y el aire se aleja rápidamente de allí», explicó el sismólogo.
Aunque la sonda está equipada con sensores de temperatura y viento, los instrumentos meteorológicos no registraron cambios en la atmósfera durante los tránsitos de Fobos, y los vientos no cambiaron como se esperaba. No obstante, se reveló de manera inesperada que cuando Fobos se mueve directamente frente al Sol, el sismómetro de InSight se inclina muy ligeramente hacia un lado. Este efecto minúsculo podría ayudar a los investigadores a determinar el interior del planeta.
«Durante un eclipse, el suelo se enfría. Se deforma de manera desigual, lo que inclina el instrumento», indicó el sismólogo Martin van Driel.
Según concluyeron los científicos, la causa más probable de la extraña interpretación sería una ligera caída en la temperatura de la superficie marciana durante el tránsito más largo de Fobos, detectada por un radiómetro infrarrojo de la sonda.
Si los investigadores logran caracterizar la desaceleración, eso puede decirnos qué tan elástico y cálido es el interior del planeta, o qué tan inelástico y frío es. Y eso, a su vez, puede arrojar algo de luz sobre la historia de la formación de Marte y sobre el futuro de Fobos.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Geophysical Research Letters.