Un equipo internacional de arqueólogos realizó un hallazgo impresionante en Etiopía (África), un ‘taller’ que pone en entredicho el canon histórico de las herramientas y armas fabricadas en el pasado.
En el sitio de excavación de Melka Kunture, situado junto al Valle Awash, uno de los sitios paleontológicos más importantes del mundo, el grupo de investigadores descubrió un «tesoro» de casi 600 hachas de mano hechas de obsidiana (un tipo de vidrio volcánico), que tienen alrededor de 1,2 millones de años.
El impresionante taller de fabricación de hachas de obsidiana llamó poderosamente la atención de los investigadores por dos aspectos fundamentales: El primero, es que los expertos no pudieron identificar al tipo de homínidos que hicieron estos artefactos; y el segundo, que los talleres de tallado más antiguos habían sido fechados en Europa, hace unos 750.000 años, lo que significa que los nuevos hallazgos duplican esencialmente el rango de tiempo en el que estos homínidos realizaron tales actividades.
Adicional a ello, estas herramientas exhiben un notable nivel de estandarización, lo que sugiere que el sitio albergaba un taller donde los fabricantes elaboraban pedernales destinados a la caza, procesamiento de pieles de animales y todo tipo de actividades prácticas que requerían una hoja o punta afilada.
El taller más antiguo encontrado hasta el momento
En el lugar fueron encontrados un total 578 hachas de mano enterradas en una capa de sedimento. De estas, solamente tres no estaban hechas de obsidiana. Todas habían sido elaboradas de la misma manera, lo que indica que se trataba de un antiguo taller de tallado perteneciente al período de la Edad de Piedra.
Investigaciones anteriores determinaron que los talleres de talla no aparecieron en Europa sino hasta algún momento durante la época del Pleistoceno medio. Con una antigüedad de 1,2 millones de años, estas hachas tienen casi el doble de antigüedad que los talleres de hachas de mano más antiguos descubiertos hasta ahora.
Por otro lado, los investigadores destacan el hecho de que la fabricación de herramientas y la selección de materiales para tales fines implica un nivel muy alto de planificación e imaginación, lo que demuestra que nuestros primeros antepasados eran quizás mucho más ingeniosos intelectualmente de lo que pensábamos.
Un cristal afilado como una navaja, moldeado por antiguos humanos
Uno de los materiales más intrigantes utilizados para la fabricación de herramientas durante este tiempo fue la obsidiana, un tipo de vidrio volcánico que es frágil y afilado, el cual requiere un cierto nivel de habilidad para esculpir.
La obsidiana se forma cuando la lava fundida se enfría rápidamente, sin dejar tiempo para que se formen cristales minerales. El resultado es un vidrio natural con un borde afilado como una navaja. Esto lo convirtió en un material ideal para cortar y dar forma, y nuestros ancestros aprovecharon sus propiedades al convertirlo en una variedad de herramientas, desde cuchillos y raspadores hasta puntas de flecha y lanzas.
Los investigadores de España, Francia y Alemania se sorprendieron al descubrir que la fabricación de herramientas de obsidiana estaba activa tan temprano en la prehistoria. Un elemento que, aun en la actualidad, se considera un material sumamente complicado de tratar por ser tan áspera para las manos.
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Generalmente, para trabajar con materiales afilados como la obsidiana, se requieren guantes protectores. De lo contrario, se corre el riesgo de cortarse gravemente las manos. Sin embargo, estos antiguos artesanos lograron producir hachas de obsidiana extraordinarias sin ningún equipo de protección aparente, hace más de un millón de años.
Fabricación estandarizada en la prehistoria
Sumado a esto, al analizar las herramientas, los expertos encontraron un grado de estandarización, lo que quiere decir que ya existía un proceso de elaboración establecido.
Todas las hachas de mano habrían sido elaboradas con una herramienta dura y puntiaguda, posiblemente un martillo que golpeaba la quebradiza obsidiana en un ángulo controlado, lo que hace que una pieza se rompa en la forma deseada.
Luego, el tallador o artesano podría refinar aún más la forma haciendo golpes sucesivos en un patrón específico, eliminando pequeñas escamas para crear el borde o la forma deseada. Este método se utilizó para crear una variedad de herramientas. Sin embargo, los artefactos encontrados son todos hachas de mano, herramientas de piedra prehistóricas con dos caras afiladas que se sostenían con una sola mano en lugar de estar unidas a un mango.
El hallazgo de este taller de herramientas de obsidiana sin dudas contradicen la historia, dejando notar el desarrollo de técnicas y habilidades de los antiguos humanos que hasta ahora eran desconocidas.
La investigación se publicó en Nature Ecology & Evolution.
Referencias: Science Times.
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