Un equipo de arqueólogos italianos descubrió debajo de un edificio de oficinas del siglo XIX en el centro de Roma los restos de un palacio lujosamente decorado que pertenecía al emperador romano, Cayo Julio César Augusto Germánico, también conocido como ‘Calígula’.
Calígula fue ampliamente conocido por su extravagancia, por lo que no sorprende que los restos de la casa y el jardín del emperador den testimonio de lo mejor que se podía comprar con dinero en la antigua Roma.
Los arqueólogos que trabajaban bajo la supervisión de la autoridad del patrimonio cultural de Roma (Soprintendenza Speciale di Roma), lograron sacar a la luz rastros de un palacio lujosamente decorado y un jardín ornamentado que parece haber servido como una versión temprana de un parque de vida silvestre.
El palacio de Calígula con jardines y un zoológico
Mientras trabajaban en el sitio, los arqueólogos desenterraron rastros y restos de una lujosa casa privada de hace casi 2000 años. Las habitaciones tenían ricos frescos y «complejas decoraciones de mármol policromado», según The Times.
También se descubrió una gran cantidad de cerámica y tejas de lo que fue un palacio. Asimismo, encontraron un broche que alguna vez perteneció a un miembro de la guardia imperial, monedas y algunas joyas antiguas, monedas y huesos de animales. Sin embargo, fueron los descubrimientos que se hicieron en los jardines y exteriores del palacio de Calígula los que asombraron a los arqueólogos.
Daniela Porro, supervisora especial de arqueología de Roma dijo a The Times, que la parte central, llamada ‘Horti Lamiani’, estaba rodeada de muros con frescos de escenas marítimas y los diferentes niveles del jardín estaban conectados con una escalera de mármol blanco.
De igual manera, en el lugar se encontraron semillas de distintas plantas que fueron importadas de todo el imperio. «Los restos cuentan historias increíbles, empezando por los animales», afirmó Mirella Serlorenzi, la directora del sitio arqueológico.
«Hemos encontrado huesos de la pata de un león, el diente de un oso, y huesos de avestruces y ciervos. Podemos imaginar a animales corriendo libres en este paisaje encantado. Pero también a los animales salvajes que fueron usados para el circo privado del emperador», explicó Serlorenzi.
Según los expertos, el palacio fue construido por Lucio Elio Lamia, rico senador y cónsul que legó su propiedad a Calígula, quien se hizo cargo de ella en el 37 d. C., al convertirse en emperador.
Calígula fue el tercer líder del Imperio Romano, vivió un estilo de vida escandaloso y se entregó a aventuras descaradas con las esposas de sus aliados y relaciones incestuosas con sus hermanas antes de ser asesinado en el año 41 d.C.
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