Un equipo internacional de científicos descubrió el fósil de una especie de mosca perteneciente a una nueva familia, hasta ahora desconocida, dentro de una pieza de ámbar de entre 34 y 38 millones de años de antigüedad.
El insecto fue nombrado Christelenka multiplex y pertenece a una nueva familia del grupo ‘Aclyptratae’, organismos similares a las moscas, polinizadores y carroñeras por igual.
De acuerdo a los científicos, el nuevo espécimen presenta características morfológicas únicas en relación con otros insectos contemporáneos de la misma familia.
Identificando una nueva especie
Según indicó la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), en España, el espécimen fue descubierto al analizar una muestra de ámbar báltico de la colección de los investigadores alemanes Ch. & H.W. Hoffeins, procedente de un bosque que cubrió gran parte del actual norte de Europa, hace entre 33,9 y 56 millones de años.
Para identificar esta nueva especie, los científicos examinaron el fósil atrapado en el ámbar bajo la luz de un microscopio y tomaron macrofotografías para poder observar los detalles con más definición.
Posteriormente, según explicó el coautor del estudio Viktor Baranov, utilizaron técnicas de visualización avanzadas, como la microtomografía de rayos X basada en la radiación de sincrotrón, una tecnología que emplea rayos X de alta energía para construir una imagen tridimensional del insecto fosilizado.
«El ámbar oscurece muchas de las características más importantes del espécimen que queda fosilizado en su interior y la microscopía tradicional no nos permite visualizarlos con detalle», indicó Baranov.
En las imágenes obtenidas, el espécimen presentaba una peculiar combinación de caracteres morfológicos que no tenían relación con ninguna de las otras familias del grupo Acalyptratae: «Estábamos ante una familia nunca antes descrita lo que suponía un descubrimiento muy importante y también muy poco frecuente», señaló Baranov.
Al parecer, el grupo al que perteneció esta mosca floreció ampliamente 49 millones de años atrás, a principios del Eoceno durante el llamado máximo climático, esto es unos 15 millones de años después de la gran extinción del Cretácico, presumiblemente provocada por la caída de un asteroide que acabó con el 75% de las especies de la Tierra, incluidos los dinosaurios.
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El descubrimiento de Christelenka multiplex proporciona nuevos conocimientos sobre la historia evolutiva de este grupo de insectos polinizadores y permite comprender aún más su papel en los ecosistemas modernos.
Su estudio fue publicado en la revista Arthropod Systematics and Phylogeny.
Referencias: La Vanguardia / Clarín.
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