Los antiguos egipcios sacrificaron y momificaron gran cantidad de animales, las aves eran tan importantes que incluso llegaron a representar a algunas de sus divinidades; sin embargo el origen de estas aves era tema de debate.
A menudo representaban a Tot, el dios de la justicia, la sabiduría, la magia y la Luna, como un hombre con cabeza de ibis. Un pequeño número de esas aves vivía en templos y eran percibidas como encarnaciones reales de Tot. Después de su muerte natural eran momificadas.
En las necrópolis del valle del Nilo se han descubierto millones de aves ibis (threskiornis aethiopicus) y momias de aves rapaces, sacrificadas en honor a los dioses egipcios Horus (representado como un halcón), Ra o Tot (representado como un ibis).
Tal cantidad de pájaros momificados llevó a que investigadores del CNRS, la Université Claude Bernard Lyon 1 y el C2RMF se plantearan la interrogante de su origen: ¿fueron criados, al igual que los gatos, o fueron cazados?
Origen de las antiguas aves en Egipto y métodos de suministro
Los científicos llevaron a cabo extensos análisis geoquímicos de momias de estos pájaros que se encontraban en el Musée des Confluences, Lyon. Los resultados del estudio indican que eran aves silvestres.
Según informó el CNRS las aves fueron cazados y capturados en la naturaleza. Por otro lado, existen «referencias textuales del antiguo Egipto a las ‘capillas de nacimiento’ de los ibis», explican los investigadores, lo que puede indicar programas de cría planificados para aves que luego se utilizarían en sacrificios.
Cómo llegaron a esta conclusión
Para determinar el origen – cría o caza – de las aves momificadas, se tomaron diminutos fragmentos de plumas, huesos y tiras de embalsamamiento de 20 momias de ibis y aves rapaces de las colecciones del Musée des Confluences de Lyon.
Si estas aves, que migran en estado salvaje, hubieran sido criadas, su dieta habría sido homogénea, de origen local y se habría reflejado en la composición isotópica uniforme de los restos animales, independientemente de que esa dieta hubiera sido elaborada específicamente o derivada de los humanos coexistentes.
Se analizaron los tejidos utilizando carbono 14; y se midieron las composiciones isotópicas de oxígeno, carbono, nitrógeno, azufre y estroncio, interpretadas en términos de fuentes de alimento y comparadas con las de momias humanas contemporáneas. Sin embargo, lejos de ser homogéneas, estas composiciones isotópicas mostraron una alta variabilidad y firmas «exóticas» en comparación con las de los humanos del antiguo Egipto: las aves eran salvajes, migrando estacionalmente fuera del valle del Nilo.
La diversidad en la composición isotópica encontrada no habría estado presente en las aves si hubieran sido criadas en cautiverio.
Este resultado, que se suma al de un estudio genético realizado por otro equipo, implica prácticas de caza y captura de aves en masa como se documenta en ciertos frescos de la tumba (por ejemplo en una pared de la tumba de Nakht en la necrópolis tebana). Probablemente ejercieron una presión ecológica muy importante sobre las poblaciones de aves silvestres mucho antes de la disminución de la avifauna que se observa hoy.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Scientific Reports.
MÁS EN MYSTERY SCIENCE
- Imhotep: el genio creador de la primera pirámide de Egipto.
- Hallazgo de momias cubiertas de oro podría brindar pistas sobre el lugar de la tumba de Cleopatra.
- La batalla que Egipto perdió por su amor a los gatos.
Una publicación de Mystery Science. Todos los derechos reservados. – Está expresamente prohibida la redistribución y redifusión de este contenido sin previo consentimiento.