Arqueólogos hallaron en la Amazonia brasileña diseños arquitectónicos de antiguas aldeas en forma de círculo, con una disposición similar a la de un reloj.
El descubrimiento realizado por un equipo internacional de científicos liderado por la Universidad de Exeter (Reino Unido), se realizó en el estado de Acre y según los expertos, habrían sido construidos entre los años 1300 y 1700 d. C.
Como lo descubrieron
El hallazgo fue posible gracias a tecnología de escaneo LiDAR (‘Light Detection and Ranging’), que a través de rayos láser penetra la vegetación y revela cualquier tipo de edificación bajo la tierra. Los investigadores utilizaron un sensor RIEGL VUX-1 UAV, montado en un helicóptero, que permitió documentar un paisaje mucho más complejo y organizado de lo que se pensaba, escondido debajo del dosel arbóreo.
Fueron documentadas más de 35 aldeas y decenas de carreteras, pero se cree que muchas más continúan ocultas en la selva inexplorada. Los pueblos estaban compuestos por entre 3 y 32 montículos dispuestos en círculo, cuyo diámetro variaba entre 40 y 153 metros con una plaza en medio.
LiDAR también descubrió carreteras secundarias y principales hundidas, largas y con grandes orillas, que ‘irradiaban’ desde las aldeas de los montículos como rayos de sol o las manecillas de un reloj. La mayoría de los pueblos mostraban dos caminos que partían hacia el norte y dos hacia el sur.
Los escaneos mostraron cómo las aldeas se organizaron para representar modelos sociales muy específicos, para la forma en la que establecían sus comunidades.
Si bien estas llamadas aldeas de montículos se habían detectado antes, la nueva tecnología de topografía ha revelado exactamente cómo se organizaron a escala. Esta tecnología permitió que los datos se recopilaran sin la necesidad de un trabajo laborioso ni excavación en el suelo.
— Jürgen Braungardt (@JBraungardt) December 10, 2020
Esta sería una prueba más de que la selva tropical ha sido ocupada durante mucho tiempo por comunidades cuyas culturas surgieron, sucumbieron, se transformaron y volvieron a surgir, mucho antes de que los europeos tuvieran un impacto en las Américas, destaca el estudio.
Una investigación más detallada en el futuro debería poder revelar exactamente para qué se usaron estos montículos, desde casas hasta cementerios.
El estudio ha sido publicado en la revista Journal of Computer Applications in Archaeology.