Un equipo de astrónomos descubrió una inesperada señal luminosa procedente del exterior de la Vía láctea, que hasta ahora no pueden explicar.
Científicos de instituciones de EE.UU. y España notaron la misteriosa señal mientras analizaban 13 años de datos del Telescopio Espacial de Rayos Gamma Fermi, un poderoso telescopio que detecta rayos gamma, es decir, explosiones de luz de extremadamente alta energía creadas por eventos violentos como la explosión de estrellas o nucleares.
Curiosamente, la señal de rayos gamma se encontró en una dirección similar a otra característica inexplicable producida por algunas de las partículas cósmicas más energéticas jamás detectadas.
“Es un descubrimiento completamente fortuito”, dijo Alexander Kashlinsky, cosmólogo de la Universidad de Maryland y del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA.
Un descubrimiento inesperado
Originalmente, el equipo de investigación buscaba una característica de rayos gamma relacionada con el fondo cósmico de microondas (CMB), que es la luz más antigua conocida en el universo.
Según los científicos, el CMB es una reliquia de cuando el universo caliente y en expansión se había enfriado lo suficiente como para formar los primeros átomos después del Big Bang.
Se descubrió que el CMB era ligeramente más caliente con más microondas que el promedio hacia la constelación de Leo, y más frío en la misma cantidad con menos microondas que el promedio en la dirección opuesta. Los científicos generalmente consideran que este patrón dipolar es el resultado del movimiento de nuestro sistema solar en relación con el CMB.
Pero el equipo de investigación esperaba confirmar o cuestionar esa idea estudiando otras formas de luz, como los rayos gamma, en busca de un patrón similar.
Fue entonces cuando se reveló la señal de rayos gamma, que fue detectada en un lugar diferente al de la búsqueda inicial y que presenta una dirección y una magnitud casi idéntica con la otra. Una enigmática característica formada a partir de algunas de las partículas cósmicas de alta energía jamás registradas, conocidas como ‘rayos cósmicos de energía ultraalta’ (UHECR, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con la NASA, los orígenes de los UHECR, que transportan más de 1.000 millones de veces la energía de los rayos gamma, siguen siendo uno de los mayores misterios de la astrofísica.
Para los autores de la investigación, es muy probable que ambos fenómenos estén relacionados (rayos gamma y las UHECR), y ambas pueden originarse en fuentes aún no identificadas. Ante esta hipótesis, los científicos se dedicarán a localizar estas fuentes desconocidas.
El hallazgo fue publicado en The Astrophysical Journal Letters.
Referencias: Science Alert / NASA / Space.
Una publicación de Mystery Science. Todos los derechos reservados. – Está expresamente prohibida la redistribución y redifusión de este contenido sin previo consentimiento. Sitio web protegido por Safe Creative.
Gracias por leernos. Te invitamos a seguirnos en nuestro Facebook, para estar al tanto de todas las noticias que publicamos a diario. También puedes unirte a nuestra comunidad en Telegram. ¡Te esperamos!
