Detectan un «zumbido» procedente de más allá del sistema solar

Detectan un «zumbido» procedente de más allá del sistema solar

Científicos de la Universidad Cornell (EE.UU.) detectaron en el medio interestelar (ISM, por sus siglas en inglés) constantes zumbidos de ondas de plasma, un gas difuso que se esparce entre las estrellas.

El hallazgo se obtuvo tras analizar datos provenientes de la sonda espacial robótica Voyager 1, que se encuentra hoy a casi 23.000 millones de kilómetros de la Tierra, particularmente después de que atravesó la frontera del sistema solar.

Hace casi una década, la nave espacial Voyager 1 de la NASA salió del borde exterior de nuestro Sistema Solar para ingresar al espacio interestelar. Fue la primera vez que una nave espacial lo hizo, una culminación de casi 35 años de viajes por el espacio.

Voyager
Representación artística de la nave Voyager 1 al entrar en el espacio interestelar. Crédito: NASA/JPL-Caltech

Una vez que la Voyager 1 cruzó la heliopausa (el límite entre nuestro sistema solar y el espacio interestelar) sus instrumentos científicos detectaron un cambio en el flujo constante de ondas de plasma. El medio interestelar, es decir, el contenido de materia y energía que existe en el espacio interestelar, se caracteriza típicamente como vacío, desolado y oscuro, es como una lluvia tranquila o suave, pero lo captado por la Voyager 1 «es como detectar un relámpago en una tormenta eléctrica», explicó el autor principal de la investigación, James Cordes.

Entre los episodios de fuertes erupciones solares, hubo este continuo «zumbido», un sonido característico de los gases interestelares.

Gracias a la detección de las emisiones de plasma en el medio interestelar, los especialistas pueden examinar más detalladamente la interacción entre el ISM y el viento solar, así como estudiar de qué manera influye el ambiente de ese espacio en la formación y modificación de la burbuja protectora de la heliosfera del sistema solar.

«Ahora sabemos que no necesitamos un evento fortuito relacionado con el sol para medir el plasma interestelar», dijo Shami Chatterjee, coautor e investigador de Cornell.

De otra parte, el ruido localizado servirá para cartografiar la densidad del plasma, a medida que las sondas Voyager 1 y Voyager 2 se adentren más en el medio interestelar. Los expertos estiman que en el ISM habría más actividad de baja intensidad de lo que antes pudo creerse.

La Voyager 1 fue lanzada en 1977 con la misión inicial de estudiar Júpiter y Saturno. Hizo un sobrevuelo de Júpiter en 1979 y Saturno en 1980. En agosto de 2012 abandonó la heliopausa y llegó a ser el primer artefacto humano en alcanzar el espacio interestelar.

Posición de las sondas Voyager 1 y Voyager 2 de la NASA, fuera de la heliosfera
Ilustración de la posición de las sondas Voyager 1 y Voyager 2 de la NASA, fuera de la heliosfera. Créditos: NASA / JPL-Caltech

La investigación ha sido publicada en la revista científica Nature Astronomy.

 

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