Un antiguo y enorme monolito es conocido en Japón como uno de los enigmas más grandes de la historia.
Se le ha denominado «Ishi-no-Hoden» y ha generado muchas hipótesis entre los expertos, ya que no existe información científica sobre quién la construyó y con qué propósito. Además, ancestralmente los japoneses lo veneraban como un objeto sagrado.
Ishi-no-Hoden se encuentra sobre un estanque en la ciudad de Takasago, prefectura de Hyogo. El increíble monumento de piedra atrae una gran cantidad de visitantes, al ser la estructura de una piedra gigante que parece flotar.
Uno de los mayores acertijos de la historia japonesa
El colosal megalito mide casi 6 metros de altura y 6.5 metros de ancho. Tiene casi 8 metros de profundidad y pesa alrededor de 500 toneladas. Pero, ¿por qué resulta tan misterioso este monumento gigante? Por varias razones…
Una de ellas es porque no se tiene mucha información sobre el origen de esta estructura, y mucho menos cuál era su finalidad. Además, parece que los investigadores no han sabido explicar cómo fue fabricada una piedra de tal magnitud. Tampoco existen pruebas de que se empleó alguna herramienta para su construcción.
Detalles e historia de Ishi-no-Hoden
La gigantesca estructura del Ishi-no-Hoden tiene algunas similitudes importantes con el colosal barco de piedra de Masuda. Una de ellas, es que ambas están talladas en hialoclastita. Este es un tipo de piedra que se caracteriza por estar hidratada y ser rica en vidrio volcánico negro.
Este tipo de piedras se formaron hace unos 70 millones de años. Y solo se da en lugares donde ocurren erupciones volcánicas, subglaciales o submarinas. Una característica bastante particular que también tienen otros dos monumentos que se encuentran en Japón también.
Registro histórico del Ishi no Hoden
Como era de esperarse, la existencia del colosal monumento fue documentada en un registro histórico bastante antiguo de la provincia de Harima. El manuscrito es conocido como «Harima Fudoki», el cual es un compilado de antiguas historias durante y después del año 713 d.C.
Pero, lamentablemente, en el registro no existe suficiente información relevante sobre Ishi-no-Hoden. Tampoco dice la razón por la que fue elaborado, sin embargo, lo que sí menciona es que el lugar ya era bastante conocido en el periodo Nara.
El recorrido para llegar al misterioso monumento
Para llegar a esta enigmática piedra, primero se debe realizar el ascenso en el monte Hoden. Allí se encuentran unas escaleras bastante inclinadas, que conectan la base de la montaña con el santuario de Ooshiko. Aunque es posible llegar por un camino pavimentado, muchos visitantes prefieren realizar este recorrido.
Finalmente, para acceder a la cima del monte Hoden y observar el megalito, es imprescindible subir unas escaleras que fueron excavadas directamente en la piedra. Luego de haber alcanzado la cima, se encuentra un camino corto de escalones que conducen al Ishi no Hoden, el cual lleva una cuerda sagrada como adorno.
La ‘piedra flotante’
El monumento a simple vista, parece que está flotando sobre un estanque, se dice que el agua almacenada en ese estanque es mágica. De hecho, desde hace mucho tiempo estas aguas son conocidas porque son eficaces ante cualquier enfermedad. Al parecer nunca se han secado, y cuando sube la marea el nivel aumenta.
Célebres leyendas sobre la piedra
En vista de que la información es escasa, las leyendas han tomado más fama, una de ellas narra que los dioses Ookuninushi y Sukunabikona, participaron en la edificación. Se dice que llegaron al país, y se les ordenó que construyeran un palacio en tan solo una noche.
Pero sucedió que, las deidades que se encontraban cerca se revelaron. Por tal motivo, los dos dioses que trabajaban en la obra, se vieron obligados a abandonar el lugar y el palacio quedó sin terminar.
¿Una simple leyenda?
Es cierto que, para muchas personas esta leyenda puede parecer simple ficción, sin embargo, es posible que se trate de hechos reales narrados con algo de simbolismo. Tal vez, cuando mencionan que «debían construir el palacio en una noche» se refieren a que debían hacerlo muy rápido.
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Sin embargo el monolito de Ishi-no-Hoden continúa envuelto en un gran enigma, pues aun no ha sido posible responder a la pregunta de cómo fue esculpido. Tampoco se han encontrado herramientas de piedra en el sitio, ni inscripciones o grabados de ningún tipo que muestren su proceso de construcción, asimismo quien lo construyó y con qué propósito hace parte del misterio.
De lo que sí podemos estar seguros, es que este gigantesco monumento fue creado por una civilización bastante desarrollada que tenía tecnología muy avanzada. Con la que pudieron crear una roca de tal magnitud, resistente a los cambios climáticos e inclemencia del tiempo, un megalito que perdurará para siempre.
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